Camus presenta en la Seminci «El prado de las estrellas», una fábula de ausencias
El realizador Mario Camus, en su regreso al cine tras un silencio de más de tres años, se ha adaptado a sí mismo y ha construido una fábula dramática de ausencias, búsquedas y, en algún caso, encuentros, con el filme El prado de las estrellas , calurosamente recibido ayer en el Festival de Valladolid. Camus se ha adaptado a sí mismo en El prado de las estrellas , escrita por él, rodada en su Cantabria natal y con una trama en la que habla alto y claro principalmente por boca de personajes secundarios. El largometraje, que ha competido dentro de la Sección Oficial de la 52 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), sitúa al espectador ante un territorio de sentimientos donde campan por igual el amor, la vanidad, la pasión, la melancolía, la ternura e incluso la avaricia, todos ellos agitados por un elenco de actores encabezado por Álvaro de Luna y del que forman parte José Manuel Cervino, Marian Aguilera, Antonio Valero y Rodolfo Sancho.