Geoffrey Rush asegura que el cambio de registro es el impulso básico que siempre le guía
Saltar de encarnar a un pirata fantasma, para pasar a dar vida al protector de la Reina Isabel I de Inglaterra, o al propio Peter Sellers; y hacerlo con la brillantez de Geoffrey Rush pocos se lo pueden permitir, quizás porque ese cambio ha sido, dice, el «impulso básico» que «guía» su trayectoria. «El cambio de registros al elegir un personaje ha sido un impulso básico desde mis orígenes en la profesión. Ese principio ha guiado mi carrera», afirma Rush durante su visita a Madrid para promocionar Elisabeth. La edad de oro , que se estrena el próximo día 9. Desde sus comienzos en Australia, entre el teatro y la televisión, la vida de Geoffrey Rush dio un giro total en 1996 al lograr la proyección internacional cuando ganó el Oscar con Shine . Antes, el actor, de 56 años, había realizado su formación teatral en París, y esos estudios fueron determinantes en su futuro profesional: «En la Gran Escuela de Arte de París trabajábamos con máscaras, con la improvisación... Eso me marcó de tal modo, que yo, por ejemplo, desde siempre me acerco a los personajes desde una construcción física», cuenta. Y, en el caso del cine, además de aplicar ese principio, también elige el plano largo, en contra del primer plano.