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EL INVENTO DEL MALIGNO | Entrevista | Luis Merlo |

Sospechosos «El público no puede atender a doce frentes de ficción a la semana»

«El internado», premio Ondas y éxito rotundo de la temporada pasada se amolda ahora a un escenario más competitivo

Publicado por
JOSÉ JAVIER ESPARZA Mercedes Rodríguez - madrid
León

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TVE-1 emitió el jueves, ya cerca de la medianoche, el capítulo semanal de la serie Desaparecida . Era el mismo episodio que había emitido el miércoles en prime time . Ese día, el miércoles, lo vieron 3,3 millones de personas, que es la extrapolación de un 17,8% de los audímetros; la repetición, el jueves, la vieron 1,6 millones de espectadores, que es una cuota de pantalla del 15,7%. De verdad que me intriga saber cuántas de esas personas repitieron, es decir, cuántas vieron el episodio los dos días. Desaparecida es una buena serie: toca un tema que no es inusual en la actualidad española, de presencia social persistente, y lo hace de manera impecable, con una puesta en escena muy profesional, interpretaciones convincentes y un argumento realista, crudo, pero extremadamente respetuoso con las personas que puedan haber sufrido una situación parecida. En muchos aspectos, Desaparecida , producto de la casa Ganga, es una serie ejemplar; es uno de los aciertos indiscutibles de TVE esta temporada. Pero justamente por eso sorprende esta mecánica de repeticiones, que no es la primera vez que se produce. Hay en la pauta de programación de TVE-1 algo que llama la atención, y es la poca seguridad de la rutina horaria. Ya sea en función del fútbol o de cualquier otra circunstancia extraordinaria, es relativamente frecuente que TVE someta a sus productos a cambios horarios, lo cual representa una evidente contrariedad a la hora de fidelizar al público. Basta pensar, por contraste, en lo que hace Telecinco: antes arderá el sillón de Vasile que cambiar de día u hora un programa de éxito. Como la norma es cambiar sólo lo que no funciona, el espectador de TVE se queda con la impresión de que la Pública nunca se fía demasiado de sí misma. Esa estrategia -a mi juicio, errónea- se combina ahora con otra cuyo éxito está por ver, y es la de repetir episodios significativos de tales o cuales series dentro de la misma semana de su emisión. Lo hemos visto con Herederos y también, ya digo, con Desaparecida . Este método tiene una ventaja, y es que multiplica las oportunidades de engancharse a un relato. Pero tiene también sus inconvenientes, y es que el espectador puede percibir una cierta debilidad de la cadena: es como si TVE aceptara de antemano que la gente necesita una segunda oportunidad, es decir, que desdeñó la primera, o, por otro lado, como si TVE no tuviera otra cosa con la que llenar su «parrilla» diaria y por eso tiene que repetir programas en la misma semana. Todas repiten, cierto, pero las privadas lo hacen en fin de semana. ¿Conseguirá TVE con esta estrategia mantener su cuota de público? Lo sabremos pronto. El aluvión de series estrenadas en estos dos últimos meses provoca que títulos como El internado , premio Ondas y rotundo éxito de la temporada anterior, no destaquen de la misma forma ante el vigor competitivo, que conduce a un reparto de las audiencias. Algunas cadenas optan por repetir los nuevos capítulos para rescatar público. Ocurre con Desaparecida en TVE-1 o con esta producción de Globomedia para Antena, protagonizada por Luis Merlos y Amparo Barco, que vuelve a emitir este sábado el episodio de arranque de la nueva entrega. Merlo opina que hay demasiadas series, que al público le cuesta digerir tanta oferta. El actor sigue haciendo compatibles sus funciones con la obra teatral Gorda y los rodajes de la serie. -¿Qué depararán los próximos argumentos de la serie? -A estas alturas, que la gente me haya dicho que El internado es un producto televisivo distinto ya es un logro enorme. Eso ya se ha conseguido. Ahora queda lo difícil, el largo recorrido de mantenernos. ¿Cómo?. A partir de las emociones y el misterio, dos de los elementos fundamentales de la serie. Después de la muerte del alumno, los personajes se unirán más. -Pero ahora hay mucha más competencia de series en la misma noche. El primer capítulo de esta segunda entrega no tuvo un fuerte arranque... -Yo no formo parte de esa guerra entre cadenas, no dejo de ser más que un elemento pequeño. En teatro yo sé que una persona que decide ir a la función, compra una entrada y va a la taquilla. En televisión no sólo tienes que convencer al público de que vaya a verte a ti sino que renuncie al mismo tiempo a ver a otros. La audiencia es un misterio. Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo con mucho cariño, con muchas ganas. Ya conocemos bien a nuestros personajes, lo suficiente para generar una respuesta. -¿Cómo evolucionará su personaje, Héctor? -Héctor es muy maduro, muy comprometido con su trabajo y con las relaciones. Evoluciona con la lógica de sus características, las de un hombre que le gusta tener alguien a quien proteger y que cree que la enseñanza puede hacer un mundo mejor. Yo también creo en ello y eso me da mucha energía para trabajar. Él va a tener que enfrentarse ahora a una relación a dos bandas con María y su pareja, Elsa, que ahora está embarazada. Siempre he interpretado a personajes más inmaduros que yo, exceptuando papeles clásicos, por eso me da mucho gusto meterme en la piel del director del internado. No sé si la comedia me ha elegido a mí o yo a ella pero me gusta el género, y en El internado cambio esa tendencia. -¿Con qué personaje se encuentra más cómodo, Mauri ( Aqui no hay quien viva ) o el de El internado ? -Desde luego me siento más próximo a Héctor. No soy un personaje vanidoso. Estoy acostumbrado al teatro, a dejar el personaje en un escenario donde no se pueden repetir las actuaciones, y vivo claramente el presente. Esta es la manera que encuentro de encontrar serenidad dentro de esta profesión, vivir aquí y ahora al máximo. 1397058884 El internado lo ven muchos adolescentes. ¿Cómo ve la juventud de hoy? -Ha ganado mucho en sinceridad, libertad, en espontaneidad, pero ha perdido oído. Y yo he escuchado mucho desde muy joven para llegar a exponer mi opinión. -¿Y la ficción del momento qué le parece? -Quizá lo que le puedo reprochar al mundo de la ficción televisiva es la cantidad de proyectos que se generan, tantos y tantos. La industria lo demanda, pero al espectador no le da tiempo a asimilarla ni ver tantas. Son demasiadas series y el público no puede atender a doce frentes a la semana. Por eso hay tantos fracasos, que se producirían en menor grado que si se produjera de una forma más selectiva. no borrar

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