UN AÑO DE ROBOS IMPUNES
Durante los últimos siete meses, el Bierzo ha sufrido el robo de obras de gran valor artístico
Parece que a las iglesias del Bierzo les ha mirado un tuerto. Durante el último año, los ladrones se han cebado con los templos de esta comarca, si bien los intrusos siempre toman la prevención de que allanamiento se produzca en iglesias «indefensas», alejadas y, por lo general, sin medidas de seguridad que alerten a los vecinos y a la policía del expolio. La lista es amplia y destacan la ermita de Santa Cruz, en Montes de Valdueza, que perdió su lápida fundacional. Poco después, el robo se producía en las iglesias de Yebra en La Cabrera, Santa María de Vizvayo, en Otero y Cariseda. Por último, en el mes de septiembre le tocaba el turno a la parroquia de San Martín de Lombillo, en Salas de los Barrios. En esta última, los ladrones se hicieron con diversos objetos de orfebrería y tallas de gran valor. Entre las piezas que los ladrones se llevaron se encuentran diversas tablas policromadas con imágenes de la vida y obra de San Martín, objetos de plata, como candeleros o un cáliz del siglo XVIII de la escuela España Castilla, un cuadro al óleo que representa a la Virgen de la Dolorosa y tallas de bulto redondo de evangelistas como San Juan y San Mateo. Urge por lo tanto que el plan de la Junta se amplíe a la Diócesis de Astorga, de la que depende la comarca berciana, y que acabe la impunidad de estas redes de traficantes. Los expertos inciden en la dificultad que entraña mantener a salvo el patrimonio religioso cuando, en algunos casos, el aislamiento va unido a lugares que carecen de tendido eléctrico y cobertura de móvil, con lo que resulta prácticamente imposible mantener unas mínimas medidas de seguridad que dificulten la labor de los ladrones.