Andrés Sorel dice de su libro «La caverna del comunismo» que le ha quemado «las manos y el corazón»
Andrés Sorel, secretario general de la Asociación de Escritores de España, confiesa haberse «quemado las manos y el corazón» para escribir La caverna del comunismo , novela surgida de su militancia en el PCE, del que fue expulsado en 1973 «por discrepar con Santiago Carrillo», recordó al presentarla ayer. Calificada por su editor, Rd, de «catártica», la obra es un viaje a las entrañas del nacimiento, auge y caída del comunismo, donde los personajes se llaman Sanyo (Carrillo) o Condo (Rice) y en el centro están Nicolás Bujarin -creador de la nueva política económica de Lenin, que lo consideró su cabeza más lúcida- y su mujer asesinada por Stalin. Situada en un sueño faraónico y en los sótanos del edificio más suntuoso que construyera el comunismo, el palacio que Nicolás Ceaucescu no pudo inaugurar, la novela presenta a un minero que sigue cavando la tumba del conducator rumano acompañado por las sombras de hombres y mujeres que vivieron el siglo XX. «El comunismo, tal como se instauró y como lo siguen entendiendo los partidos comunistas, en el poder o en la clandestinidad, es perverso, pero debemos seguir luchando, pues algunos creemos que desde dentro del marxismo podemos aspirar a una sociedad distinta», afirmó este intelectual crítico con amigos y antiguos colegas y con los daños y abusos que generan el poder y sus pactos internos. A la pregunta de si toda idea libertaria no deja atrás su pureza cuando se estructura en instituciones, Sorel respondió que en «la sociedad de corrupción que vivimos molestan los pensadores que no aceptan jugar el papel de meros instrumentos al servicio de los poderes instituidos». «Dos fascismos» Por eso, explicó, en su caverna comunista se reúnen políticos o escritores reconocibles y «ese lector inducido de nuestros días, que cada vez piensa menos por sí mismo». «La caverna es un buen refugio de ambiciones para que confluyan los fascismos de toda índole -afirmó-, se llamen comunismos o capitalismos, un buen refugio para quienes se enriquecen a costa de embrutecer y aniquilar a seres humanos». Sorel explicó así las razones de que él, «con harto sufrimiento, por lo difícil del empeño -dijo- de trasmitir a la sociedad mi postura, me voy a quedar solo» y de que, tras haber escrito 50 libros, éste sea el que le ha causado más dolor. «Al ver la realidad de la sociedad actual compruebo que los que fueron comunistas son los más reaccionarios del planeta -China-, los más perversos en una sociedad donde ha quedado instaurada la mentira», dijo.