EL INVENTO DEL MALIGNO | Entrevista | Arantxa Coca |
Carmen «La televisión no tiene límites, cada vez necesita provocar más»
Asesora a uniones en crisis en «Terapia de pareja», en La Sexta
El programa que presenta Jordi González en la noche sabatina de Telecinco, La noria , mantiene ese inaprensible perfil que aspira a incluir lo mismo contenidos serios que desperdicios frívolos, todo ello junto a una sección, ya fija, de autopromoción de los contenidos de la propia cadena. Ya prácticamente no queda estrella de Telecinco que no haya pasado por ahí -algunos, como los abuelos de Escenas de matrimonio , desertaron de la cadena pocos días después-, y esta semana tocaba uno de los rostros más conocidos del canal: Carmen Alcayde, presentadora del estridente programa de cotilleo Aquí hay tomate . Jordi González la presentó subrayando que, ante todo y sobre todo, Carmen Alcayde «es muy buena tía». Todos estamos seguros de que Carmen Alcayde es, efectivamente, «muy buena tía». Estamos seguros de que Carmen es eso y también otras muchas cosas más, todas ellas extraordinariamente positivas. Pero el problema no es lo «buena tía» que sea Carmen, sino el valor del trabajo que hace, el tipo de televisión al que ha asociado su imagen, el significado de su «personaje» dentro del periodismo en general y de la tele en particular. No se hace ningún favor a nadie ocultando la evidencia: Aquí hay tomate es un verdadero problema para la televisión española, y la inmensa mayoría de los profesionales de la tele, incluidos los que trabajan en Telecinco, tuercen el gesto y se revuelven en la silla, incómodos, cuando les sacas la cuestión. ¿Por qué es un problema este programa? Porque es el mejor ejemplo posible de cómo nuestra tele, obsesionada con la cifra de audiencia y con ganar dinero como sea, ha pasado por encima de absolutamente todo: por encima del respeto a los horarios de emisión y las «franjas protegidas», por encima de los límites habituales -e imprescindibles- del periodismo, por encima del criterio de veracidad de las informaciones, por encima incluso del «periodismo rosa» como género que, mal que bien, tenía sus reglas. Por supuesto, el problema no se circunscribe a Aquí hay tomate , sino que se extiende a otros muchos espacios de la pantalla. Pero el Tomate es el que más ha blasonado de sus excesos y el que más chulo se ha puesto con sus críticos cuando ha recibido alguna recriminación. Parte de esa actitud -aunque, ciertamente, no la parte más desagradable- es la que exhibió la otra noche Carmen Alcayde en La noria , aquí estoy yo con mi palmito y que se mueran los feos, y viva Jorge Javier Vázquez, «maestro del periodismo». Como eso es estrictamente intolerable, alguien tendrá que decirlo, por «muy buena tía» que sea Carmen. Podemos acostumbrarnos a vivir con ruido en el patio, pero que no nos digan que es la quinta sinfonía de Beethoven. La Sexta ha estrenado Terapia de pareja , espacio en el que los psicólogos Arantxa Coca y Mariano Betes analizan y evalúan uniones en crisis Tras observar las imágenes captadas de las parejas en su domicilio, estos dos profesionales debaten en consulta con ellos el material grabado y les proponen actividades y herramientas para que afronten la crisis, ya sea para salvar su relación o para poner fin a su convivencia. -¿Cómo llega una psicopedagoga familiar experta en la pareja y las relaciones personales a la televisión? -Contestando a un anuncio. Fue un casting que se hizo en Madrid y Barcelona al que nos presentamos cerca de 150 expertos. -¿Qué tipo de profesionales buscaban? -A una pareja con distintos puntos de vista, opiniones y maneras de entender al ser humano. Además, tenemos una imagen diferente, él es el veterano y yo la joven. Nos complementamos mucho por el contraste de imagen, edad y experiencia. Es una fórmula en la que yo estoy muy cómoda y creo que Mariano también. 1397058884 Terapia... es su debut televisivo. ¿Qué le llamó la atención del proyecto? -Por mi espíritu aventurero hice la prueba y me di cuenta que no era un reality ni un montaje de pareja. Todo es verdad, hay seriedad, respeto y una interpretación terapéutica. -¿Le está gustando la experiencia? -No tengo la sensación de estar en un plató. Estamos en un despacho que cumple con todos los clichés, diván incluido, con cámaras. Es como la ampliación de mi consulta. -¿No le intimidan las cámaras? -Mariano y yo las ignoramos. Hay mucho trabajo, estamos concentrados y muy pendientes de hablar alto, claro y con un lenguaje sencillo, coloquial. -¿Tiene más pacientes desde que sale en la tele? -Ni más ni menos, sigo con los mismos. -¿Le han llegado comentarios, críticas de sus colegas? -Hasta ahora no. Mis compañeros de consulta si me han dicho que el espacio es interesante y que, antes de su emisión, pensaban que iba a ser más reality, más de cartón-piedra y con más morbo. Dentro de lo que es la televisión, es un programa limpio y respetuoso. 1397058884 Supernanny, S.O.S Adolescentes, Soy lo que como, Qué desperdicio -todos emitidos en Cuatro- y ahora Terapia de pareja . Poco a poco, la oferta de productos televisivos de ayuda va en aumento. -Me parecen muy interesantes. Más allá del terapéutico para la pareja, el objetivo social del nuestro es mostrar al gran público cómo es la pareja del siglo XXI. -¿Qué es...? -Muy diversa y flexible. El prototipo tan arraigado del hombre que trabaja y mantiene a su mujer se cae, lo mismo que el modelo rígido de yo soy así o es lo que he visto en mi familia . Es muy importante la capacidad de adaptación ante los nuevos retos familiares, sociales y laborales para crecer y progresar. -Dice que todos nos podemos identificar con los problemillas o grandes problemas de pareja? -Sí. El espectador puede ver cómo enfocar los celos, el que uno de los miembros tenga un pronto, el que otro esté enganchado al juego del rol... Intentamos proponer actividades originales y, de haber alguna crítica de la profesión, puede ser que nuestras invitaciones sean poco ortodoxas, serias. El propósito es que la pareja cambie su ritmo cotidiano y que aprovechen los elementos que sí funcionan en la relación. -¿Cuál es el mayor enemigo de la pareja? -La rutina es un elemento muy importante, y también el sentir que las necesidades personales no se cubre en la unión, que la pareja asfixia al individuo.