| Reportaje | Diario de un pintor |
Un artista con suerte
Andrés Sandoval gana el Premio de Pintura del Diario de León, se casa y cumple años
Andrés Sandoval es un artista triunfador y un hombre completamente feliz. A la consecución del Premio de Pintura del Diario de León se unió, en una misma fecha, el feliz acontecimiento de su boda. Andrés hizo un pequeño hueco en jornada tan señalada para comentar sus sensaciones ante la avalancha de felices aconteceres. La pregunta era obligada: ¿qué siente ante esta conjunción de sucesos positivos? Contesta con una enorme sonrisa y con los ojos brillantes por una alegría en ningún caso contenida: «Hoy es un día muy peculiar, muy particular, para mí muy entrañable y que recordaré siempre, porque me casé, que es lo más importante, y también por ese premio del Diario de León, que me llena de orgullo. Pero es que, además, hoy es mi santo. ¿Qué más puedo pedir? Es uno de los días más completos de mi vida». El invierno pasado se llevó el Premio Carriegos y ahora, ya con la nieve en las montañas de León, este que está celebrando, y es que el frío parece traerle suerte. «Tampoco es eso, estos galardones son un refrendo a la constancia, al trabajo continuado. Pero no todo es ganar, me he presentado a otros premios en los que mis obras no han figurado en el cuadro de honor». El cuadro premiado se titula El encuentro y en él se muestran las virtudes de un pintor que se ha olvidado por completo de los pinceles, para pasar a disfrutar de la brillante pantalla del ordenador. «Esta obra continúa la línea que vengo siguiendo desde hace ya varios años. Tiene una resolución completamente informática y está realizado a través de una técnica bastante complicada, sobre todo muy laboriosa. En su creación he jugado con diversas imágenes hasta conseguir hacer un compendio de ellas. He partido de varias tomas fotográficas, para terminar en una imagen casi abstracta. El encuentro contiene un tema onírico, un encuentro, la fusión imaginaria de dos personas. Si se mira el cuadro con atención se puede comprobar que hay en él dos seres entrelazados. He querido representar el encuentro de uno consigo mismo». De alguna manera quizá la premonición del feliz encuentro, de la boda. Asegura el artista que le gustaría seguir manteniendo la misma línea en su trabajo. «Poco a poco se van abriendo caminos nuevos en la pantalla de mi ordenador. Son pequeñas puertas que me llevan que me llevan a lugares inexplorados. Cada día me sorprendo cosas nuevas y cada día, también, consigo un manejo más preciso de los medios con los que trabajo, lo que me permite comprobar que puedo mejorar lo que hago, y eso es importante para mantener la ilusión». De cualquier manera quiere el pintor dejar claro que la máquina no es la protagonista de la obra. «Sí, porque hay gente que piensa que una vez encendido el ordenador trabaja solo. Y nada más ajeno a la verdad. Para mí es mucho más laborioso pintar estas obras a través de los medios digitales, que hacerlas con los pinceles. Lo que se ha dado en llamar pintura sin pintura, si se hace bien, lleva muchas horas de trabajo. Horas en las que, por cierto, yo soy feliz ante el ordenador». Un pintor galardonado y un hombre feliz, Andrés Sandoval Iglesias, sin más dilación, emprende viaje a Portugal para celebrar sus éxitos.