Boixo destacó la capacidad de innovación narrativa del escritor
La Universidad creará la cátedra Pereira con sus obras y documentos
El autor leyó el cuento de «La divisa en la torre» dedicado a Gamoneda, que acudió a la presentación
La Universidad creará la cátedra Pereira. Así lo anunció ayer el vicerrector de la Universidad de León, Francisco Flecha, quien intervino en la presentación del último libro de relatos breves del escritor villafranquino, La divisa en la torre , que tuvo lugar en El Corte Inglés. Flecha afirmó que Pereira ha donado gran parte de su biblioteca y documentos personales de forma desinteresada a la Universidad, cuya intención es habilitar una sala con este material, así como crear una fundación y una cátedra de narrativa. Pereira es ya doctor honoris causa por la Universidad de León. El catedrático de Literatura Española José Carlos González Boixo, un gran estudioso de la obra de Pereira, destacó lo fructíferos que habían sido los dos últimos años del escritor octogenario, en los que el autor de El síndrome de Estocolmo había publicado su antología de poesía Meteoros y el libro de relatos breves La divisa en la torre, que reúne 58 historias fieles a su peculiar estilo. González Boixo subrayó la gran capacidad de innovación narrativa de Pereira y su capacidad de adaptación a las últimas corrientes literarias. El escritor llenó la terraza de El Corte Inglés, donde se dieron cita numerosos escritores y amigos. En primera fila, el Cervantes leonés Antonio Gamoneda no quiso faltar a presentación del libro de su gran amigo. El escritor estuvo arropado en la mesa por el subdirector de El Corte Inglés, Florentino Garcia Hervada, y por los citados Flecha y Boixo. Este último señaló que aunque muchos de los 58 relatos de La divisa en la torre están escritos en primera persona, en realidad la mayoría son fruto de la ficción y sólo unos pocos corresponden a algún suceso de la biografía del autor, pero no quiso desvelar cuáles, «porque así es más divertido». Pereira limitó su intervención a leer cinco relatos. Pidió perdón por su carraspera y, haciendo gala de su habitual humor, dijo que mejor le habría ido si en lugar de agua en la mesa le hubieran puesto un vaso de vino. Uno de los relatos que leyó Pereira fue Los cuadros del psiquiatra, dedicado a Gamoneda, en el que cuenta una merienda de ambos en el Besugo y cómo los dos escritores eran escépticos a los loqueros diplomados... «Salimos a la terraza última del poniente y pensé que me habían robado vida, la que llevaba sin sentir la caricia de un vino en los labios» -de esta sugerente forma inicia Pereira uno de los relatos-. Y así describen La divisa en la torre desde la editorial Alianza: «El sol se ponía en el cristal de las copas ilustres y el narrador -a veces testigo, a veces protagonista-, como si al frescor del vino blanco y afrutado quisiera recobrar el tiempo perdido, nos ofrece aquí un relato continuado que podría decirse novela, también colección de cuentos memoriosos. Muchachas gozadoras, de la generación de los largos muslos y las delgadeces apetecibles, personajes y escenas de la vida literaria, y de la política y de lo que ya es historia, la alternancia del arraigo con la lejanía de lo exótico... Personajes y situaciones, tratados con ternura y fino humor, que conforman un conjunto de relatos intensos y sugerentes.