EL INVENTO DEL MALIGNO | Entrevista | Kate Walsh |
Soprano «Los hospitales son muy deprimentes»
La ginecóloga de «Anatomía de Grey» estrena en España «Sin cita previa»
Seguro que usted ha oído hablar de ella aun si no ha visto nunca un episodio. La serie norteamericana Los Soprano es una de las mejores de los últimos años; quizá, por impacto, la más importante de la década. Empezó a emitirse en 1999 y en los Estados Unidos terminó el pasado mes de junio; ahora llegan a España los últimos episodios, en Canal Plus, que es la cadena que ha venido emitiendo aquí esta historia, junto a los episodios ofrecidos por La Sexta. Por cierto que el final de la serie, en América, levantó un fuerte debate, porque los guionistas prepararon un cierre demasiado abierto; de hecho, la narración concluyó sin que los espectadores supieran qué pasaba con el protagonista. Esta llegada a España de los últimos episodios coincide con una noticia escandalosa: el creador del relato, David Chase, está siendo acusado de plagio en un tribunal de Nueva Jersey; un señor llamado Robert Baer sostiene que sus ideas contribuyeron decisivamente a la gestación de la serie y ahora pide que se le compense por su aportación. Pase lo que pase en ese juzgado, Los Soprano es una serie que ya ha hecho historia. Sus dieciocho premios Emmy (los óscar de la televisión) en ocho años de emisión no son ninguna casualidad. Es una serie que crea adicción; conozco a un montón de gente que la sigue y, lo que es más interesante, que ya no espera a que se emitan los capítulos en nuestra pantalla, sino que se los baja de Internet, de manera que conoce ya el desenlace sin necesidad de verlos en el Plus. ¿Qué cuenta Los Soprano para merecer tales fidelidades? En principio, es una historia de mafiosos: uno ve ahí el mundo de El Padrino , Érase una vez en América y Uno de los nuestros . Lo que pasa es que en esta historia de mafiosos el crimen queda muy en segundo plano y el peso del relato gravita sobre los problemas psicológicos, personales y familiares de los protagonistas. La atención a la vida privada del mafioso ya había sido ensayada, y con mucho éxito, por Coppola en las tres entregas de El Padrino , pero Los Soprano va mucho más allá, porque prácticamente desgaja la vida privada de la vida criminal, sitúa a ésta en el plano secundario del «trabajo» y coloca las relaciones personales y las cuestiones psicológicas en el plano principal. De hecho, la situación que desencadena el relato es la tribulación del mafioso Tony Soprano (James Gandolfini), que, víctima de estrés y ansiedad, acude a una psiquiatra para que le ayude a encontrar el equilibrio. La combinación de violencia criminal y fragilidad psicológica crea una atmósfera completamente original, entre doméstica y sórdida, y a partir de ahí el relato se estira de manera magistral. Si tiene oportunidad de verla, no se la pierda. El rotundo éxito de Anatomía de Grey llevó a la creadora de esta serie, Shonda Rhimes, a embarcarse en un nuevo proyecto, Sin cita previa , una nueva serie concebida a partir de uno de los personajes protagonistas de la anterior, lo que popularmente se conoce en el argot televisivo como spin off . La elegida para este nueva producción estadounidense ha sido Kate Walsh, la cirujana neonatal Addison Montgomery, que tras romper definitivamente su matrimonio con Derek Sheperd (Patrick Dempsey) -conocido entre los residentes hospitalarios como Doctor Macizo - emprende una nueva etapa personal y profesional en una consulta privada en Los Ángeles. Sin cita previa se estrenará en enero en España, primero en la FOX e inmediatamente después en Antena 3. Curiosamente su llegada coincidirá con los nuevos episodios de la serie matriz en Cuatro. «Los hospitales son deprimentes, no me gustan, son tan asépticos que parecen una cárcel, y antes que a un hospital iría a una clínica privada», afirma la actriz en un viaje promocional de la nueva serie y en un buen año para las producciones norteamericanas, que han vuelto a encontrar una exitosa aceptación en nuestro país. Y cuando hace estos comentarios, la actriz californiana, de 40 años, subraya con cierta picardía que sus palabras no son publicidad para el nuevo título del que es protagonista. La huelga y el negocio Kate Walsh trabajó en otras series norteamericanas, y en cine ha intervenido, entre otros títulos, en Embrujada y Bajo el sol de la Toscana . Pero ha sido Anatomía de Grey el trabajo con el que alcanzó popularidad. Los creadores de la serie estuvieron barajando qué actor del reparto podría convertirse en el protagonista del spin off . Finalmente eligieron a Walsh, que considera la decisión como un riesgo para ella, pero también una gran oportunidad.»Me dio miedo cuando me dijeron que habían pensado en mí porque es un gran desafío», reconoció. Los guionistas han resuelto así el triángulo amoroso entre su marido en la ficción y la residente Meredith Grey. Kate Walsh había llegado a la serie sólo para unos episodios, pero su interpretación encajó y se consolidó como personaje fijo. Ahora, la ginecóloga Addison Montgomery busca nuevos horizontes en una consulta privada de Los Ángeles después de aceptar la oferta de trabajo que le hace Naemi Bennet (Audra McDonnald), una antigua compañera de facultad. La actriz cree que el éxito de Anatomía de Grey se debe a que cuenta la historia de unos médicos jóvenes, recién llegados, con sus dudas y fragilidades. «Es el contraste frente a unos profesionales, la clase médica, que se tienen como dioses», dice Kate Walsh. No se prodiga esta artista en las excelencias de los galenos. «No me fío del todo de los médicos, tal vez asustan porque te dicen cómo tienes que comportarte ante algo tan sagrado como tu propio cuerpo. Yo creo que la situación ideal sería combinar la medicina occidental con la oriental», dice. Kate Walsh ha podido programar con comodidad y holgura su viaje promocional a Europa ante el parón prolongado de la industria, como consecuencia de la huelga de guionistas de Hollywood, que afecta especialmente a las series de televisión. «El negocio se ha detenido, todo está detenido. El origen de este conflicto es un tema de importancia, pero también es una responsabilidad de todos resolver el problema cuanto antes porque hay gente que está sin trabajo y tiene que pagar su casa», explicó.