Amancio Prada presenta hoy en El Corte Inglés su tributo a Léo Ferré

Para alguien acostumbrado a Francia, a ser un poco francés, estar en el emblemático Instituto de aquel país en pleno centro de Madrid debería ser como estar en casa. Pero «bastante nervioso», como confesaba Amancio Prada (Dehesas, León, 1949) después de poner este lunes el broche a cinco temas en riguroso directo, visionar el making off de Vida de Artista (Factoría Autor) y hasta contestar a preguntas de un público entregado, alguno expresamente llegado de fuera para ver y oír al berciano. Hoy hará doblete en El Corte Inglés para dar a conocer también su Concierto de amor vivo, grabado en la Iglesia de Los Jerónimos, de Madrid, sobre poemas de San Juan de la Cruz. El periodista francés Frédéric Hermel presentó a Amancio Prada como un seguro para que el proyecto caiga en gracia al otro lado de los Pirineos. «Lo que ahora presenta Amancio Prada tiene todas las garantías para que el alma de Léo Ferré sobrevuele y se pose sobre este disco», anunció. El cantautor leonés ha cumplido con creces al asimilar la propuesta como una forma de rendir tributo a uno de sus artistas favoritos, en lo que el propio Prada acuñó como «la Chansonnisima Trinidad», refiriéndose también a Jacques Brel y Georges Brassens. A lo largo de doce canciones, Amancio Prada le canta a Léo Ferré, pero con voz propia. Y se notó en su actuación, porque, aunque afirmó que aún están ajustando las tuercas del directo, su personal forma de cantar se impuso sin hacer perder la referencia. Con una potente banda, a medio camino entre el flamenco, el jazz latino o el tango, con un Josete Ordóñez, guitarrista, arreglista y programador en el disco e inconmesurable en el directo, Amancio Prada mostró esto que es «saldar una deuda con Ferré, traducida al español». «En 1974, edité en Francia Vida y muerte. Con este Vida de Artista se establece un arco de 33 años en el que vuelvo a cantar en francés», afirmó Prada. Y lo hizo este lunes con Saint Germain des Prés. Y, entonces, fue como volver a los tiempos en los que un chico de Dehesas paseaba por el París mítico y vivía en el bulevar de las malas yerbas. Pero lo que se vio fue a un Amancio Prada más que contemporáneo, con esa ventaja que da la vida para decir: «Sólo con haber hecho Con el tiempo, está justificada la existencia de Ferré», explicó refiriéndose a uno de los temas incluidos en el cd. O como La historia del amor, una canción que, aunque figura en discos en directo de Ferré, tiene la peculiaridad de que nunca había sido grabada en estudio. Y es que este arco al que se refiere Amancio Prada es el que tensa el equilibrio del talento poderoso e intemporal de Léo Ferré y la creatividad delicada del berciano, que traduce al español, jugándosela al límite y respetando al máximo, incorporando sabiamente a referentes franceses como la polifacética Agnès Jaoui, también cineasta, con una recomendabilísima y rescatable Como una imagen, o al genial pianista Chano Domínguez. Un amplio arco, servido por Amancio Prada, en el que tenían cabida como público fan, este lunes en Madrid, desde literatos como Joaquín Leguina, Jorge Martínez Reverte o Juan Carlos Mestre, a arcos imposibles como el que formarían Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, y el músico argentino Andy Chango. Lugar: Planta sexta de El Corte Inglés. Hora: 20.30.