Los cineastas, satisfechos con su nueva Ley y con el consenso político logrado

Tras seguir desde la tribuna del Congreso el debate, diversos personajes de la industria cinematográfica como Agustín Almodóvar o Alejandro Amenábar se mostraban satisfechos, en líneas generales, por la aprobación definitiva de la Ley de Cine, que aportará «estabilidad y una gran futuro» al sector. Así lo consideraba el productor Agustín Almodóvar, quien a su salida del hemiciclo ha destacado el consenso conseguido por los dos partidos mayoritarios, lo que aporta una «visión clara de apoyar al cine y reconocerlo como seña de identidad importantísima», comentaba. Sin embargo, Almodóvar reconocía que el texto nace con «ciertas limitaciones» y apuntaba que, en adelante, «la clave estará en los arreglos reglamentarios que se hagan y en la conformación de la futura Agencia Estatal, que asumirá la jerarquía del Instituto del Cine». Sector endogámico Por último, el productor se ha congratulado de la «comunicación buena y fluida» que durante los últimos meses han mantenido los miembros de «un sector tan endogámico» como lo es el cine. Junto a él se encontraba el distribuidor y exhibidor Enrique González Macho, propietario de los cines Renoir, quien afirmaba que a pesar de que el resultado de la Ley no le causaba «entusiasmo» ha reconocido avances para el sector como la definición de distribuidor independiente, las desgravaciones fiscales a la producción o el mantenimiento de las cuotas de pantalla. Fernández Macho advertía, sin embargo, de que el texto «cojea» en otros aspectos como los referentes a «las ventanas de exhibición, la relación con las televisiones, que quedan descafeinados -dijo-, y la presencia del cine europeo en las televisiones, sobre todo en las públicas». En la tribuna también se congregaron algunos cineastas como Carlos Saura, Alex de la Iglesia, o Alejandro Amenábar, quien afirmaba estar «sorprendido por el tono y la unanimidad» que ha conseguido la Ley en el Parlamento. «Gracias a una Ley que apoyaba a los nuevos realizadores pude rodar mi primera película, y ahora con ésta podré hacer frente a proyectos más ambiciosos. Sin ellas, seguramente, yo no estaría aquí, sino haciendo Harry Potter en Hollywood», afirmaba satisfecho el director.