«El mundo debería de aceptar que hay diferentes identidades sexuales»
Lucía Puenzo retrata el drama de una adolescente hermafrodita
La cineasta argentina escoge una temática arriesgada y escabrosa en su debut cinematográfico
«El mundo debería de aceptar que hay diferentes identidades sexuales, que el sexo nos hace hombres o mujeres o las dos cosas. Y que, quizá, no sea necesario elegir porque la intersexualidad puede ser definitiva», declara la escritora y directora argentina Lucía Puenzo como epílogo de su reconocida ópera prima XXY. La hija del cineasta Luis Puenzo - La historia oficial- escogió una temática de fuerte tradición literaria, la convivencia en un único ser de los dos sexos -el hermafrodita- para su bautismo cinematográfico, que el próximo viernes lanza en nuestro país con el título XXY. Argentina, Francia y España apoyan esta coproducción que se mueve en un terreno que siempre ha interesado a Puenzo, la adolescencia. «Es un periodo complejo, de muchas convulsiones, una tierra fértil en la que puede pasar cualquier cosa. Y la sexualidad es un elemento fundamental de esta etapa», comentó la realizadora en la visita que hizo a nuestro país el pasado diciembre para hablar de esta arriesgada historia sobre el despertar sexual de una adolescente hermafrodita que en el último Festival de Cannes ganó el Gran Premio de la Semana de la Crítica y el Premio de la Juventud. Fue leyendo Cinismo, un cuento que había escrito su pareja, Sergio Bizzio, donde encontró a Alex -Inés Efron-, una adolescente ácida y altiva que vive un drama silencioso al haber nacido con lo que se llama ambigüedad genital. Hasta hace unos años, muchos chicos y chicas eran operados al nacer, se los sometía a una normalización. Con pudor Puenzo habló con chicos a los que habían «normalizado», con sus padres y médicos antes de escribir la primera versión del guión que, según sus palabras, era «un tratado médico. Hoy ya existe la opción de no operar de inmediato, de elegir y respetar el cuerpo de cada uno. Esta película, que tendría que proyectarse en escuelas, recibió un empujón por el apoyo que tuvo de los grupos activistas hermafroditas. La intersexualidad también tiene derecho a tener ficciones», apuntó la autora de esta producción que Argentina ha elegido para los Oscar y que también es candidata al Goya a la mejor película hispanoamericana.