Diario de León
Publicado por
JOSÉ JAVIER ESPARZA
León

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CUATRO estrenó la cuarta temporada de House , la serie del médico cojo y faltón, que es el mejor producto de esa cadena no sólo por cifra de audiencia, sino también por la calidad de la historia y por su impacto en la gente. Volvía House en una noche de batalla, con los retornos post vacacionales de Los Serrano (Telecinco), Herederos (TVE-1) y Los hombres de Paco (Antena 3). Ante todo, sobre este retorno, una cuestión de procedimiento: el estreno es en realidad el reestreno de un pre-estreno que tuvo lugar hace pocas semanas. Agarre usted esa mosca por el rabo. El rabo está en la huelga de guionistas de Hollywood, que tiene paralizado al audiovisual norteamericano. Las series que ahora estamos importando no han llegado a los habituales doce capítulos por tanda, sino que se han quedado en diez (y eso con suerte), de manera que han dejado a las cadenas con un problema serio a la hora de confeccionar su parrilla a tres meses vista. Esta misma circunstancia hace bastante posible que a las cadenas no les quede otra opción que repetir episodios a calzón quitado, así que no se preocupe usted si se pierde algún capítulo, que tendrá abundantes oportunidades de volverlo a ver. Lo que hay que ver en House , a partir de esta temporada, es la renuente exploración del doctor en busca de un nuevo equipo. La temporada pasada nos dejó con Cameron, Chase y Foreman despedidos o fugados y en busca de nuevos rumbos. Ahora House se ha quedado solo y así intenta resolver el primer caso, pero con éxito limitado. Forzado a buscar nuevos ayudantes, se abre un proceso que está a mitad de camino entre un casting de Operación triunfo y unas pruebas de calificación para los Boinas Verdes. De todas formas, los tres mosqueteros del viejo equipo no desaparecen: Cameron se lía con Chase (caiga sobre él eterno oprobio), Foreman se mete en problemas en su nuevo destino y todos ellos reaparecen en uno u otro momento de esta temporada. ¿Qué más se puede decir de una serie sobre la que ya se ha dicho todo? A mí sigue gustándome más la primera temporada porque era más directa, todo era nuevo y sorprendente, y los personajes se movían con la frescura de lo que está recién salido del horno. Después la serie se ha hecho un poco barroca, subrayando (a mi juicio, en exceso) los rasgos de los personajes y los recursos principales de la narración; pero esto es un juicio enteramente personal que la mayoría de los fans de House no comparten. En lo que estaremos todos de acuerdo es en que sigue siendo una serie estupenda, admirablemente trabajada y cuyo repertorio humorístico parece inagotable. Por ejemplo, el mejor chiste de este martes: «¿De dónde vienes?», le pregunta Lisa a House, y éste contesta: «Del mono, según los demócratas».

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