Catorce meses que conmocionaron la escena

En España tiene aún más mérito, porque consiguió de inmediato llamar la atención de críticos, compañeros y público en general, cada vez que se metió en piel ajena para hacer sentir al espectador. Bien es cierto que su nombre era el de un bienvenido para muchos de los grandes de la escena de aquí, con los que había participado en proyectos teatrales, o en aquel cinematográfico Tango de Carlos Saura. Utilizando la huella de Solá en premios y nominaciones para seguir su rastro, también tenemos noticias de su actividad en el más de un lustro que lleva en España, ya como hispano-argentino. En cine, en 2001, su paso por Sé quién eres captó la atención de la Academia y su papel fue nominado a los Goya. Resume, en cierta manera, su acertada participación en un puñado de proyectos, recién llegado de Argentina. Era cuando comenzaba a llamar a las puertas para poner en pie, no diga éxito teatral, diga: Hoy: El Diario de Adán y Eva, de Mark Twain , escrita por Blanca Oteyza, Manuel González Gil y él mismo, y que no se abrían pese a los años de éxito y reconocimiento en Argentina. Cuando José Tamayo le dio paso, con ese espectacular trabajo en el que hizo honor al nombre del teatro, el Bellas Artes, y en el que pasó catorce meses que conmocionaron la escena.