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Más de 2.000 piezas procedentes de iglesias, ermitas y particulares aguardan a ser restauradas

El Museo Diocesano busca mecenas para salvar cientos de obras de arte

Antonio Vázquez, primer empresario que sufraga la recuperación de una virgen del siglo XV L

León

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Más de 2.000 obras de arte procedentes de ermitas, conventos, iglesias y particulares, recuperadas por el Museo Diocesano, «buscan» un mecenas que les devuelva el esplendor que tuvieron siglos atrás. El empresario leonés Antonio Vázquez ha sido el primero en sufragar la restauración de una virgen del siglo XV. Vázquez anima a otros empresarios a invertir en la recuperación de un rico patrimonio que, de otra forma, seguirá apilado en dos salas del antiguo Seminario Mayor. Vírgenes sin rostro, retablos devorados por la carcoma, sagrarios desportillados, tallas que ocultan su auténtico valor bajo capas de pintura, frescos desleidos por el tiempo, columnas de iglesias que ya no existen¿ Muchas de estas piezas son los últimos testigos de iglesias y monumentos de la provincia que han desaparecido o fueron sepultados por algún pantano. Hay verdaderas joyas, vírgenes góticas y románicas, tablas de la misma época... Muchos santos, siguiendo la tradición eclesiástica, eran enterrados cuando ya no se exponían al culto y siglos después han sido «exhumados» prácticamente intactos. Todas las piezas están perfectamente documentadas. Se sabe su lugar de procedencia y su valor artístico. Máximo Gómez Rascón, director del Museo Diocesano, puede contar la historia de casi todas, como un valioso retablo que fue demantelado y luego «reaprovechado» encajando mal sus piezas; también llama la atención una virgen con un niño con signos de haber sobrevivido a un incendio; o una virgen gótica que en un pueblo fue mutilada para colocarle brazos articulados y así poder vestirla para ser procesionada. Estas 2.000 piezas son la prueba del grave deterioro en que se encuentran los tesoros del 90% de las iglesias de la provincia. El objetivo es poder recuperar estas obras de arte, gracias a la financiación de empresarios y particulares, para poder exhibirlas en el Museo Diocesano o, en otros casos, devolverlas a sus iglesias de origen ya restauradas. La campaña ha empezado: se buscan empresarios dispuestos a salvar pequeños tesoros que no tienen precio...