«Hay un auge de la música indigenistaque escapa a la estandarización»

Dave Muller presenta hoy en el Musac su exposición I Like Your Music I love You Music , un tributo a la música como creadora de identidades. Cuatro salas del museo acogen la investigación -casi arqueológica- que el californiano lleva desarrollando durante más de veinte años, en un recorrido en el que brillantes criptogramas explican no sólo su relación personal con este rama del arte, sino la historía del mundo a través de su particular concepción de la música. -¿Cuándo decide dejar de ser simplemente un dj para pasar la frontera y comenzar a crear arte con la música? -Después de hacer arte durante mucho tiempo, simplemente pensé que había algo con lo que podía sentir el mismo entusiasmo que me reportaba la música. De otra manera, nunca lo habría hecho porque no habría sido justo. Pero, no fue como si se tratara de compartimentos estancos y un buen día decidiera dejar uno para dedicarme a otro. -La música es algo en cierto modo evanescente. Forma parte de nosotros, de nuestro modo de percibir el mundo, pero resulta difícil materializar todo lo que sugiere. -Si, estoy de acuerdo, y durante mucho tiempo es lo que he tratado de hacer. La música está tan enraizada en todos nosostros que, por eso mismo, resulta muy interesante y una manera sugerente de ordenar la cultura y la sociedad, en realidad, de tratar con el mundo. -¿Cree que hoy en día la música resulta más importante a la hora de forjar una personalidad que la literatura, la política o el arte, que hoy en día es más elitista? -Yo siempre trato de ver la cultura como un todo, así que creo que no. Suele pensarse que la gente es hoy en día más inculta, más frívola, porque lee menos libros y se dedica más a los videojuegos. Pero yo creo que eso es una generalización. -¿Cuál es el rol que ha jugado Estados Unidos en el desarrollo de la cultura global debido a la música? -Hasta ahora, y debido a su posición dominante, ha tenido una gran influencia, sobre todo debido a la preeminencia de su industria discográfica. Creo que ha sido dominante pero que ahora está cambiando. Desde mi punto de vista, cada vez tienen más peso las música de otros lugares del mundo, la música étnica, indígena. Se trata además de música que en cierto modo escapa al mercado. -Pero eso también ocurre dentro de Estados Unidos. -Si. Por ejemplo, hace dos años, la película O Brother lanzó lo que se conoce como Old timey music , el género a partir del cual se desarrolló el country. Prefiero la música que está realmente enraizada en una cultura que la simplemente comercial: música de Sudamérica o de Brasil, por ejemplo. Así que, creo que la dominación musical norteamericana está descendiendo y comenzamos a entender los sentimientos musicales del resto, con lo que el mundo se hace más grande. Lo tuyo está bien, pero forma parte de algo mucho mayor. Eso pasa por asumir las diferencias. -Pero, al tiempo, eso tiende a unifircarlo todo, a estandarizarlo. -Si, es cierto. Le voy a dar un ejemplo. Cuando en Estados Unidos comenzaron las transmisiones radiofónicas, decidieron que lo mejor para conseguir que todo el mundo fuera capaz de comprender el inglés era reducir el idioma a cuatro mil o cinco mil palabras. Es algo terrible, porque lo que se está haciendo es perder especificidad. En Estados Unidos están desapareciendo la mayoría de los acentos debido a la estandarización del lenguaje televisivo. -En este sentido, podría decirse que el suyo es, en cierto sentido, un trabajo arqueológico. -En cierto modo si. Digamos que hago una especie de arqueología del presente. ¿Cómo se puede mirar el presente de manera imparcial? No puedes. Lo que hago es observarlo como si se tratara del pasado. -¿Cree que la percepción y la sensibilidad es diferente dependiendo de la música con la que te desarrolles? -Si, pero no estoy seguro acerca de qué es lo que llega primero. No sé si escucho una música determinada por mi mentalidad o sensibilidad o si tengo esa sensibilidad por la música que escucho. Escucho todo tipo de música y me siento distinto dependiendo del tipo que decida oir. -Pero eso no pasaba hace veinte años. Estábamos mucho más limitados. -Si. Poder acceder a la música a través del ordenador ha cambiado todo. -Esa es para usted la mayor revolución? -Es muy cercana a la que se produjo con la generalización de la radiofórmula hace veinte años. El hecho de poner distintos tipos de música de manera constante, una detrás de otra. -Si tuviera que hacer un retrato de la sociedad actual a través de la música. ¿Cómo sería? -Cada cultura es distinta. Es cierto que están más próximas que nunca, pero tienen tantas divergencias que resulta complicado hacer un retrato estándar. Afortunadamente hay demasiadas diferencias. Una de las cosas que sí ocurren hoy en día es que tenemos la capacidad de elegir un sólo tema y obviar el resto, con lo que los álbumes tienden a desaparecer. En los cincuenta ocurría algo parecido con la aparición de los singles.