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Esteban Sánchez por Baciero

El pianista arandino, amigo y colega del biografiado, presenta a un Estéban genial, temperamental, pero sobre todo humano

El pianista y escritor burgalés Antonio Baciero

Publicado por
Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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Siempre resulta un riesgo y, a veces, hasta un punto irrespetuoso acercarse, aunque sea de soslayo a la biografía de un genio, porque generalmente se cae en la tentación de hacer una hagiografía llena de lugares comunes en lugar de una biografía que refleje con el máximo de fidelidad no sólo los aspectos positivos de la persona objeto de estudio sino la otra cara del genio menos amable, más controvertida, y tal vez menos divulgada pero que no por eso deja de ser menos humana. Otro genial pianista, en este caso el maestro arandino, Antonio Baciero, acaba de publicar, editado por Caja Duero, la primera biografía con mayúsculas de su amigo y admirado colega orellanense Esteban Sánchez fallecido inopinadamente, en 1997 a los 63 años cuando todavía dejaba entre sus dedos muchas noches de gloria y entre sus discípulos el tremendo silencio del artista. Baciero se ha querido acercar a Esteban desde la reflexión, los documentos y el recuerdo, surcando su vida desde la perspectiva del amigo, pero no dejándose en ningún momento distraer ni deslumbrar por la tremenda figura del intérprete. Antes bien ha querido mostrarnos a un artista en cuerpo y alma, con sus debilidades, sus aciertos, sus triunfos y sus fracasos y para ello no ha escatimado ni tiempo, ni bagaje. Utilizando las herramientas del investigador, Baciero ha ido rastreando, raspando, arañando, cada trazo de la singladura vital del pianista cacereño hasta convertirla en un libro de horas, donde cada opinión, cada comentario, cada afirmación del biografiado está sopesada, y observada con lupa para evitar en lo más posible el elogio fácil, o la alabanza engañosa. Siguiendo la máxima de Herodoto de que «si tengo el deber de documentar lo que se dice, sin embargo no tengo el deber de creérmelo», Baciero la ha aplicado al dedillo. Frialdad de científico Ha escuchado, ha visto y ha leído, todo lo que se ha dicho de Esteban, pero todas y cada una de estas aseveraciones, opiniones o recensiones las ha mirado con la frialdad del científico, las ha colocado debajo de la lente del microscopio de su saber y las ha analizado hasta despojarlas de toda materia inútil o de procedencia dudosa, dejado sólo aquello que puede serle útil al investigador, al estudioso de la vida del orellanese, y lo ha hecho como lo hacen los verdaderos biógrafos, analizando al hombre dentro de la época en la que le tocó vivir, sus amigos, sus enemigos, sus colegas, su familia, sus críticos, sus contradicciones, sus temores, hasta formar ese tapiz que, cuanto más nos acercamos a él, más nos atrapa por la calidad de su tejido, de su puntada, de su trazo, de lo vívido de su legado que continua marcando senderos imborrables en la estética de otros intérpretes, y en la memoria de sus amigos y colegas más queridos. Antonio Baciero ha dejado con este magnífico libro una semblanza de Esteban Sánchez que en el futuro será difícil de superar por lo que de entrañable, rigurosa y personal tiene. Pero sobre todo ha dejado la impronta de su propia categoría como artista del teclado que es, la de una persona que conoce a fondo las debilidades del alma del creador y las ha sabido acercar al lector con minuciosidad germánica y brillantez latina. Sólo hay una manera de escribir un libro como éste, y esa forma es la que ha empleado Antonio Baciero; uniendo erudición con poesía, rigor con conocimiento y pasión con minuciosidad, sin caer en la falta de elegancia, lucidez o dominio a la hora de reflejar toda la grandeza humana de este orelanense universal para el que el piano no era lo esencial de su vida, sino la última forma de expresión de su concepción del mundo.

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