Cerca de 200 leoneses pertenecen al movimiento que «libera libros»

«A quien encuentre este libro...». Los libros que llevan una etiqueta con este mensaje forman parte de una red. Se la conoce como el movimiento Bookcrossing (cruce de libros) y se practica en todo el mundo. En León hay «fichadas» cerca de 200 personas que liberan libros. Pero el número no deja de crecer. Estos dos centenares son los que están oficialmente registrados en la web Bookcrossing, pero hay quienes también «van por libre». Lo cierto es que el intercambio de libros no cesa de crecer en España, que con 30.000 miembros, ocupa el quinto puesto mundial desde que, hace siete años el estadounidense Ron Hornbaker creó un sitio en Internet para coordinar este singular club de lectura. Aunque hay puntos fijos en los que depositar o recoger libros, para muchos miembros del movimiento se trata de un intercambio «mágico», como encontrar el mensaje de un náufrago en una botella. Alguien deja un libro, alguien lo recoge. El que va en busca de un texto no sabe qué puede encontrar ni quién lo ha leído antes... En León hay al menos dos puntos «oficiales» donde los miembros del Bookcrossing se pasan libros: la Escuela de Arte de León y la Federación Autónoma de Asociaciones de Estudiantes. Pero cualquier sitio vale, desde el banco de un jardín al mostrador de una tienda, la sala de espera de la estación de autobuses... Valladolid, León y Salamanca son las provincias «más activas de Castilla y León» dentro de este movimiento. Los mandamientos del Bookcrossing son las tres erres: read (leer), register (registrar) y release (liberar). Además, los libros nunca se pierden. El dueño del libro lo coloca un número identificador, como si fuera el DNI del libro, que se puede consultar en la página web de Bookcrossing para introducir comentarios sobre su recogida, su lectura y su liberación, de tal forma que se pueda hacer un seguimiento de cada ejemplar.