El Museo Picasso de París cierra por reforma y envía sus tesoros a Madrid

Sin su paso por París Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) no estaría en la cima de la historia del arte. En París maduró y se coronó, y la ciudad luz trató de apropiarse del genio y el legado del malagueño. Son los picassos de Picasso, los tesoros del Musée National Picasso que se trasladan temporalmente a Madrid para exhibirse en el Reina Sofía a la sombra del Guernica. Unas obras que pueden viajar a España debido al cierre temporal del museo parisino que aborda una necesarias obras de restauración y modernización. Una impagable colección de 410 piezas cuyo valor de seguro, garantizado por el Estado español, supera lo 2000 millones de euros. Nada extraño si tenemos en cuenta que ente ellas figuran joyas como La flauta de pan, Pablo vestido de Arlequín, Almuerzo en la hierba después de Manet o el Autorretrato azul, de 1901. Será «una retrospectiva única», según anticipó el ministro de Culura, César Antonio Molina, al firmar en diciembre pasado con su homóloga francesa, Christine Albanel, el protocolo de cesión de las piezas. Por vez primera, las 410 obras del Museo Picasso se encontrarán frente a frente con las del Reina Sofía y con el esplendor mítico del Guernica. Será entre el 6 de febrero y el 5 de mayo en una muestra de la que es comisaria Anne Baldassari, directora del museo parisino. «Será la primera vez que las colecciones del período 1936-1945 del Musée Picasso se confronten al Guernica para constituir el más extraordinario encuentro de obras del artista sobre el tema», señaló Albanel. Una ocasión única tanto por la cantidad como por la calidad de las obras -más de la mitad nunca vistas en España-, las pinturas, esculturas, cerámicas, dibujos o grabados que el artista incorporó a su colección particular y de las que nunca quiso desprenderse.