La Junta vigilará la Catedral con cámaras para que no se caiga nada

¿Si las gárgolas hubieran estado vigiladas se habrían caído? Probablemente, no. Es lo que debe pensar la Junta, porque ha decidido vigilar con cámaras la Catedral las 24 horas del día y, más concretamente, los elementos «ocultos». El objetivo es que los monitores controlen las zonas de difícil visibilidad o acceso, para detectar a tiempo posibles daños, al tiempo que permitirán dotar de mayor seguridad al templo gótico. Así lo anunció ayer el director general de Patrimonio, Enrique Sáiz, en un receso de la comisión de seguimiento del proyecto El sueño de la luz -de la que forman parte la Junta, el Cabildo y Caja España-. Representantes de estas tres instituciones revisaron ayer la marcha de las obras acometidas en la Catedral desde que el desplome de dos gárgolas, en noviembre del 2006, obligó a acometer intervenciones de emergencia en el edificio. Sáiz aseguró que los trabajos, tanto en las vidrieras y el triforio, como en los elementos aéreos de la capilla de Santiago, se encuentran muy «avanzados». Explicó que se ha ejecutado ya el 60% de la rehabilitación de la crestería de la zona sur así como los vitrales y los paramentos del triforio. Asimismo, afirmó que en unos meses comenzarán las obras de restauración de los elementos aéreos de la Torre Norte. Críticas al ministerio Tras evaluar positivamente la actuación de la institución que representa, Sáiz fue crítico con el Ministerio de Cultura. Pese a reconocer que la actitud del nuevo titular de Cultura, César Antonio Molina, «ha mejorado» respecto a la de su antecesora, Carmen Calvo, lamentó que el Gobierno aún no ha ejecutado ninguna de las obras prometidas en la Catedral. Según Sáiz, la Junta en el último año ha invertido 1,7 millones de euros en este edificio. Sin embargo, hay que recordar que las competencias en Patrimonio son de la Junta y que si el Estado ha decidido acometer restauraciones en la Catedral, en el fondo, pone en evidencia al gobierno autonómico, quien, hasta el desplome de las gárgolas, no tenía previstas las obras de rehabilitación que posteriormente se ha visto obligado a llevar a cabo.