Cerrar
Publicado por
JOSÉ JAVIER ESPARZA
León

Creado:

Actualizado:

UCO son las siglas de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Es el nombre que recibirá el vástago (vulgo televisivo, spin off ) de Desaparecida , la serie de Ganga que ha venido emitiendo TVE-1 hasta esta semana. La otra noche, en efecto, descubríamos finalmente quién mató a Patricia Marcos: su prima Cristina. Descubríamos también que el suceso tuvo tanto de intencionado como de fortuito y, sobre todo, descubríamos que la tal Patricia no estaba exenta de las cualidades de una mala pécora. Ojo al dato: en los relatos policiales de fabricación española es harto frecuente ver que el criminal no es quien parece, que muchas veces son malos los que parecen buenos y buenos los que parecen malos, y con no poca frecuencia a la victima se le atribuyen rasgos que, si no justifican el crimen, sí lo atenúan. El resultado siempre es una difuminación moral bastante problemática. Probablemente no es erróneo rastrear aquí ese viejo dogma ideológico que considera al delincuente como víctima de la sociedad y cuyas formulaciones más recientes terminan criminalizando a la sociedad misma. No es que Desaparecida quepa enteramente bajo esta etiqueta, pero no deja de ser sintomático que una serie que relata hechos nada alejados de la realidad, sino al contrario muy presentes en nuestra vida de todos los días (la desaparición y muerte de menores), haya ido a escoger un desenlace donde no hay propiamente criminal. Eso no quita para que Desaparecida haya sido uno de los grandes aciertos de TVE en estos últimos y grises años, porque es un producto muy bien hecho, con unas interpretaciones excelentes y un sentido narrativo encomiable. Habrá que ver ahora si ese vástago que TVE le ha hecho brotar, UCO , está a la altura de su madre. Si Desaparecida ponía el acento en un drama social, parece que UCO va a ponerlo en la pericia policial, y eso obliga, entre otras cosas, a construir con mayor detalle el personaje de Miguel Ángel Solá, el teniente Sierra, que en el nuevo relato ocupará un lugar necesariamente protagonista. No es un problema de intérpretes: Solá ha sido capaz de convencernos de que un teniente de la guardia civil puede tener acento argentino, así que, después de eso, no hay reto que no esté a su alcance. Pero el problema va a ser sobre todo de guiones y de guionistas, porque habrá que inventar situaciones radicalmente nuevas. Por supuesto, Desparecida no ha sido solamente Solá: Carlos Hipólito y Luisa Martín han construido dos personajes impresionantes, y especialmente Hipólito ha sido capaz de transmitir una profundidad estremecedora. La última escena, esa del abrazo entre Hipólito y Solá, ha sido el mejor broche posible para una historia de primera calidad.

Cargando contenidos...