Distintos artistas realizaron los murales con imágenes de los profetas y los padres de la Iglesia

Las pinturas murales del camarín de la iglesia del Mercado datan de 1761 y son de estilo barroco. Su decoración denota tres niveles diferenciados con diferencias de calidad que demuestran la participación de distintos artistas. La cúpula está dividida es ocho gajos enmarcadas por guirnaldas de flores y frutos. En el interior de cada uno de ellos están los profestas del Antiguo Testamento: Moisés, Jeremías, Daniel, Oseas, Jonás, Zacarías e Isaías. En el nivel intermedio se encuentran los Padres de la Iglesia: San Jerónimo, San Agustíon, San Ambrosio y San Gregorio Magno. También se encuentran las representaciones de la Aparición de la Virgen del Camino al pastor y la Oración en el Huerto de los Olivos. En el muro este hay una vidriera, única fuente de luz natural de la estancia, y a cada lado símbolos religiosos como un pozo y una fuente. Palmeras y cipreses cubren el muro este, en el escaso espacio que queda a los lados del retablo del camarín de la Virgen. El nivel inferior está basado en motivos paisajísticos en los que aparecen pájaros, árboles, arquitecturas, montes y vegetación. Originariamente, las pinturas ocupaban los paramentos en su totalildad, pero debido a las degradaciones sufridas, miembros de la comunidad parroquial optaron por cubrir algunas zonas con repintes imitando los motivos circundantes. La técnica utilizada es pintura al secco sobre el muro. Este método consiste en aplicar pigmentos mezclados con un medio aglutinante sobre el enlucido seco. Esta técnica fue muy utilizada en la época de realización de las pinturas, en el siglo XVIII. La iglesia del Mercado es una de las más antiguas de la ciudad, con lo que ha heredado algunas piezas y obras de arte de otros monasterios desaparecidos, como los conventos de Santo Domingo y San Claudio.