Todo lo leonés, en Mansilla

Después de muchas décadas -casi un siglo desde que fue planeado-, muchos proyectos nunca concluidos ni aun iniciados, y un largo silencio teñido de olvido, la rica colección etnográfica de la Diputación Leonesa se muestra hoy ante los ojos de todos nuestros paisanos y forasteros vestida de sus mejores galas y en un entorno espectacular: el Museo Etnográfico de León, ubicado en el antiguo convento de San Agustín de Mansilla de las Mulas, abre hoy sus puertas a las 12.00 horas con las más diversas perspectivas del hecho regional leonés. Pero el museo no va a ser un mero contenedor de objetos antiguos y descontextualizados, no ha caído en el error cometido por todas esas otras entidades que aparecen frías y sin alma, en la que cada pieza se expone como libélulas muertas en el corcho de un entomólogo. En cambio, el visitante se encontrará con imágenes antiguas, mapas informativos, vídeos, recreaciones de construcciones típicas e interiores de dependencias domésticas, invitación a juegos tradicionales, información interactiva... todo ello unido a las más de 3.500 piezas (700 expuestas) distribuidas en tres pisos con las siguientes áreas temáticas: hogar, agricultura, viticultura y enología, industrias agrícolas y ganaderas caseras, ganadería, cultura pastoril, pesas y medidas, caza y pesca, transporte, oficios rurales, artesanía, cerámica, vidrios, molinos, artesanía textil, indumentaria, joyería, etnomusicología, juegos y juguetes, armas de fuego, ciclos de la vida, lengua, religiosidad y superstición, fiestas y costumbres, ciencia y técnicas primitivas, literatura y arte populares, y telecomunicación antigua. Además, la entrada se efectúa por la antigua portada del convento y el centro de recepción de visitantes se ha habilitado en la antigua capilla de Villafañe, perfectamente restaurada. Muy cerca están los espacios dedicados a la villa de Mansilla de las Mulas y al Camino de Santiago, como contexto geográfico del museo, y a la provincia de León en su conjunto. El único pero que se le podría poner a este magnífico museo es su limitación a la provincia leonesa, cuando es sabido que lo leonés, entendido como sistema de poblamiento, de economía, de arquitectura y de etnomusicología, se extiende a tierras más sureñas, por lo menos hasta el Duero en una perspectiva cisastur y hasta Salamanca en una perspectiva histórica. Un pasado problemático Recordando la historia de la colección etnográfica de la Diputación, es necesario señalar que ya en 1918 el erudito Miguel Bravo propuso la creación de un museo leonés de antropología y etnografía. El médico maragato Julio Carro donó una considerable colección que fue el germen del Museo Arqueológico y de su Sección Etnográfica Leonesa, sección que pasaría a una sala del edificio Fierro en 1971. Desde esta instalación se redactaron varios proyectos nunca abordados, como un verdadero museo etnográfico provincial, un parque ajardinado con casas típicas tras el edificio Fierro o la ubicación de esas casas en el monte San Isidro. Pasaría la sala a la institución Fray Bernardino de Sahagún y, después, al ILC. En 1996 se habilitó como museo pero en unas condiciones demasiado precarias. Hoy, los cada vez más numerosos amantes de nuestras tradiciones ya tienen su santuario. Las visitas (de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 hasta el 31 de marzo; de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 del 1 de abril al 31 de octubre) serán gratuitas hasta el 21 de marzo, después costarán dos euros.