Bardem de rebajas y Pe de Chanel

Pilar Bardem debió pensar que su hijo no iba a ganar el Oscar o, sencillamente, que ella, que en sus tiempos jóvenes fue modelo, estaría divina con cualquier «trapito». Así que, en lugar de invertir una fortuna en un vintage , se fue a las rebajas de unos grandes almacenes y apañó un modelito que en nada deslució junto a los de otras grandes estrellas, a las que más les hubiera valido ir también de saldo. La española Penélope Cruz, supuesta nueva novia de Javier Bardem fue, sin duda, la más elegante en el Teatro Kodak de Los Ángeles, donde brilló con un espléndido modelo de Chanel. La actriz española, que un año antes vio truncadas sus esperanzas de alzarse con un Oscar, siempre viste impecable en todas las ceremonias. Debería facilitar el nombre de su asesor de imagen a algunas colegas. También fue una de las mejor peinadas, porque en Los Ángeles sopló en la madrugada del lunes un aire años 40 que a muchas actrices les sentó como «un tiro», caso de Cameron Diaz, que llevaba sus cuatro pelos mal arreglados. Hubo muchas caras impasibles, con la mueca de quien ha sufrido sobredosis de botox, como Faye Dunaway. Entre las mejor vestidas, Nicole Kidman, quien pese a su evidente embarazo, lucía un magnífico Balenciaga de color negro con un espléndido collar. Espectacular el vestido de Versace de inspiración sirena de la francesa Marion Cotillard y muy acertado el modelo negro de Hilary Swank. La peor, clarísimamente, la ex streapper Diablo Cody, ahora guionista, con un modelo pantera incalificable y un espantoso tatuaje en el hombro izquierdo. El matrimonio Day-Lewis-Rebecca Miller poco acertado, sobre todo en el calzado -¿cómo se pueden llevar zapatos marrones con traje negro? (caso de él) o zapatos de «cebra» con un vestido negro (ella)-. La noche tuvo poco color. Prevaleció el clásico negro, tanto para ellas como para ellos -casi todos de Armani, excepto Javier Bardem que optó por Prada-. El actor «leonés» Viggo Mortensen apareció con una poco favorecedora barba, una larga levita y una flor roja en la solapa. Se echó en falta el «pin» de León...