«Todos los que nos rodean nos cuentan cuentos»

Ha sólo unos días, el nuevo académico leonés, el catedrático de Lingüística Salvador Gutiérrez, afirmaba que José María Merino estaba también en el umbral de la RAE. Ayer, los «colegas» le otorgaban el premio Salambó al mejor libro del año por La glorieta de los fugitivos . Merino, que se encontraba ayer en Andorra, ha concedido en los últimos meses varias entrevistas a este periódico, de las que extractamos algunas: -¿De pequeño quién le contaba cuentos? -Recuerdo a mi abuelo, que murió cuando era muy niño. En casa me leían cuentos y me mandaban leerlos. Estoy muy familiarizado con los cuentos desde niño. -¿Y ahora, quién se los cuenta? -La vida, mi mujer, mis hijas, mis amigos... todos los que nos rodean nos cuentan cuentos, en el mejor sentido de la palabra. -¿Cuál es su cuento favorito? -Distinguiría entre los contados y los leídos. Entre los primeros, Blancaflor, la hija del diablo. Y mi cuento literario favorito es La ventisca, de Pushkin. -¿Qué diferencia a los grandes narradores? -Todos contamos las mismas historias desde el origen, lo que diferencia a los grandes narradores es el modo en que desarrollan esas historias, el tratamiento de las palabras, porque éstas pesan, miden y huelen. -¿Es más difícil escribir para niños que para adultos? -No es cuestión de dificultad, sino de sensibilidad. Hay que saber adaptarse a ese lector; y eso es cuestión de habilidad. -¿Cuántas veces al día consulta el diccionario? -Continuamente. Es algo que me gusta y que me relaja. -¿«La glorieta de los fugitivos» reúne todas sus minificciones? -Casi. Algunos cuentos son i-néditos, otros estuvieron en Días imaginarios y otros en Cuentos del libro de la noche. -Los primeros libros son los que marcan? -Son muy importantes porque forman el gusto literario. A mí me marcaron Las aventuras de Tom Sawyer y La isla del tesoro. Creo que los primeros libros te orientan a ser o no un buen lector. -¿Es más fácil ganarse al lector con un microcuento o con «Guerra y paz»? -Al lector formado, sí. Un lector sin referencias, no se entera de nada. El microrrelato juega su bagaje literario. -¿Cuáles son sus fronteras? -La frontera está en el respeto a los demás. -El sentido del humor. -La sal en los momentos poco brillantes. -Miedo a... -Al deterioro físico y mental. -¿Dónde urde tantas historias? -No lo sé, yendo de un lado aotro. Tardo muchísimo en pensarlas. Una novela es una cuestión de fuego lento y tranquilidad. -¿Sabe cómo acaba una novela antes de escribirla? -Sí, tengo pensado casi todo. Luego te sorprende. Un cuento, no. Pero en una novela puedes cambiar cosas.