| Crónica | De Duchamp a Cattelan |
Un museo marciano de arte terrestre
La Barbican londinense propone una novedosa y osada aproximación a las tendencias artísticas del último siglo
¿Cómo reaccionarían los extraterrestres si llegaran a la Tierra y se toparan con lo que nosotros llamamos arte? Esa es la pregunta que plantea la irreverente y osada exposición que abre este jueves en el Centro Barbican en Londres, en cartel hasta el 18 de mayo. Para atraer al público hacia el arte contemporáneo sus comisarios han inventado, un Museo Marciano de Arte Terrestre que ofrece una «nueva manera de mirar el arte» creado en los últimos 50 años. La premisa de esta muestra es que los extraterrestres aterrizaron en nuestra planeta y se encontraron con las obras y objetos que los terrícolas consideramos arte, entre ellos una escultura que es una pared de pescados en contenedores de vidrio, del británico Damian Hirst, o una bombilla alimentada por un limón, del alemán Joseph Beuys. Luego regresaron a Marte, llevándose unas 200 muestras de este arte -esculturas, instalaciones, vídeos, fotografías y grabados- que agrupan y clasifican en varias secciones y que exhiben en un museo, para «disfrute y educación» de los marcianos. No es difícil imaginarse la cara de los imaginarios extraterrestres al ver exhibidos en el Museo un orinal en bronce, ejecutado por Sherrie Levine, que bajo el título Fuente constituye un homenaje a Marcel Duchamp, o un palo de cuyas ramas cuelgan prendas de todos los colores, The Family Tree , de Jay Keies. La experta estadounidense Lydia Yee explicó que su propuesta está inspirada en el libro Kant después de Duchamp , del historiador belga Thierry de Duve, en el que «un imaginario antropólogo hace un inventario de todo lo que los humanos llaman arte». «Hemos imaginado que ellos han tratado esos objetos nuestros como nosotros tratamos las obras de otras culturas, dándoles una función real o simbólica», dijo Yee.