Pintura, música y emoción

En la mayoría de las ocasiones, las exposiciones colectivas son un recurso que las galerías emplean en épocas bajas, como la Navidad o las vacaciones veraniegas. Pero hay otras colectivas de signo muy distinto, por ejemplo la que estos días puede verse en Sharon Art y que está motivada por su dedicación a un tema único: el jazz. Cinco pintores se mueven en el mundo mágico de una música que no tiene partituras, que está viva y que cada día cambia, como difiere cada jornada la sensibilidad de sus intérpretes. La exposición reúne a artistas y estilos totalmente distintos. El asturiano Favila, el mismo que hace un año hiciera en esta misma sala una exposición dedicada al balonmano y más concretamente al Ademar, en este caso nos ofrece su visión clasicista de varios grupos de jazz, mostrando en este peculiar ambiente la misma fuerza que manifestara en su visión del deporte. El otro gran clásico de esta exposición es también asturiano, se llama Luis Azón y está considerado como uno de los pintores españoles más cotizados, sobre todo por sus originales retratos. En la muestra presenta, entre otras, una imagen precisa y preciosa del grupo de jazz del astro cinematográfico Woody Allen. Manolo Cuervo de la Rosa es sevillano y es, además, un gran aficionado al jazz. Suyos son los cuadros que mejor se identifican con esta música. Unas obras en las que, con cierto acento nostálgico de los años sesenta, se representa a grandes músicos con toda la fuerza del pop art . De la Rosa es uno de los cartelistas más cotizados del país y ha realizado en su tierra una gran exposición sobre el jazz. Desde Cuba llega Lionel Borrás Veiga, que ya es conocido de los visitantes de esta sala leonesa por una exposición en la que destacaban sus visiones de la arquitectura urbana. Lionel se centra en el jazz para hacer unas acuarelas que, como su obra anterior, tienen mucho que ver con el realismo. Concretamente tiene una visión espléndida de una de las tiendas de música más clásicas de la capital leonesa, Groucho. Y el último componente de este quinteto pictórico es el joven catalán Pau Morales Albert. Él llega del mundo del graffiti y hace una pintura expresionista llena de fuerza, de ritmo y de color, plenamente identificada con la música que se ha querido representar en esta muestra. Cinco grandes pintores y un tema que ha tenido buenos valedores dentro del mundo pictórico: Jazz es la mejor demostración de que las exposiciones colectivas, cuando están bien planteadas, también pueden ser importantes. Horario: de lunes a domingo, de 18.30 a 21.30. Cervantes, 10, esquina Dámaso Merino.