Los colores del flamenco...

El camino que el artista sigue en su trabajo es arduo y tortuoso, pero siempre acaba llevándolo a un momento de iluminación, al descubrimiento premonitorio, a ese fugaz resplandor profético que le indica con suma claridad cual es su senda a verdadera. Para Paco Arias es descubrimiento del flamenco ha sido fundamental, mejor diríamos trascendental. Según nos cuenta, fue su mujer la que le inició en el duende de la música gitana. Y con el bagaje único del sentimiento a flor de piel, y el torrente de notas de una guitarra como telón de fondo, sin encomendarse a Dios ni al Diablo, se lanzó en busca del misterio de las lunas de plata, de la vibración de los gitanos verdes, del jipío y el limpio resonar del taconeo sobre el tablao. Paco Arias acaba de presentar en la galería de arte Sardón su exposición, Volando voy¿ Colores flamencos. Lo ha hecho por todo lo alto, abarrotando hasta el agobio la pequeña sala de la magia del flamenco, con la actuación de un grupo gitano que llenó la noche arabescos musicales. «Estoy emocionado, esta noche para mí es muy grande. Rodeado de amigos, con la música que de verdad me gusta, y con la seguridad de que lo que estoy mostrando es lo que mejor hago. Me encanta haber descubierto un mundo nuevo de colores y de formas, creo que nunca podré pagar a mi mujer el haberme iniciado en el flamenco». Con referencias a los juncales gitanos de Lorca y a la cadencia magrebí de Camarón, Paco Arias se presenta en verdad como un pintor nuevo, ha roto con su pasado y, por lo que podemos ver en esta exposición, lo ha hecho de forma positiva, para mejorar de notablemente el contenido de sus cuadros. En la muestra pueden verse obras pintadas sobre tabla con acrílicos, acuarelas y, fundamentalmente, grabados que son, según confiesa, «mi pasión». José Sevillano, gran profesional de la estampación artística, fue el «segundo culpable de mi iniciación en el flamenco. Mi, mujer y él me enseñaron a apreciar la belleza de las letras de esas canciones que nacen de lo más profundo del alma del pueblo». Paco Arias experimenta con las texturas, se divierte con los colores, se pierde en el laberinto del dibujo¿ pero siempre con la cadencia gitana del flamenco que para él está llena de alegría y vuelos vertiginosos de vestidos de faralaes y, para nosotros, pletórica de trágicas alegorías, de la hermosa tristeza de un plateado rayo de luna derramándose sobre el perfil verde de un gitano juncal. Lugar: galería Sardón. Juan Madrazo, 25. Horario: de lunes a viernes, de 11.00 a 13.00 y de 18.30 a 21.30.