El ojo de la vida

Los sitios donde la gente entra y sale están envueltos de gran emotividad. Así lo ha comprobado Juan y Medio después de recorrer varios aeropuertos españoles en busca de historias. Las ha encontrado de todos los gustos, con drama, con sonrisas o protagonizadas por gente pintoresca e insólita. El resultado se verá en el programa que estrena este sábado Antena 3, Aeropuertos Hello Goodbye , adaptación de un formato holandés de éxito en Europa que agrupa historias cargadas de humanidad. Y lo importante, según subraya el comunicador almeriense, es la naturalidad con que los ciudadanos cuentan sus vidas, sin perseguirles, sin provocar sufrimientos para subir la audiencia, sin meterles los dedos en la boca. Y debe ser que Juan y Medio inspira confianza porque este nuevo espacio, que técnicamente se inscribe en el docu-reality, está cargado de sentimientos y a la vez de frescura. Fuera del plató, en lugares de transito de vidas e historias, se cruzan verdaderas confesiones frente a la cámara. Así, un señor de 60 años descubre ante las cámaras su homosexualidad. Se verá la emoción de dos abuelas españolas esperan que lleguen sus hijos para conocer a su nieta, que viene de China, uno de los países que más adopciones internacionales concentra. Hay historias simpáticas, alegres, sentimentales y hasta con un punto de absurdo. Monjas de clausura que cambian de convento y admiten que juegan al parchís, y jugadores de un curioso campeonato internacional de malabaristas de pizzas (lo demuestran frente a la cámara). Dos maduros que se conocen físicamente en el aeropuerto después de haber declarado su mutuo amor en internet. Relatos solidarios como los de cooperantes, o el caso de una inmigrante de latinoamericana que vuelve a casa y se despide entre lágrimas y abrazos con la mujer de la casa donde trabajó y cuidó sus hijos. En ese hogar deja su otra familia, una amiga que la recordará siempre y unos niños que la quieren mucho. Hello Goodbye pone en evidencia que la realidad supera siempre la ficción. En Antena 3 consideran este formato como una sana curiosidad de ver la vida de la gente que nos rodea. Gente anónima que descarga sus emociones ante un conductor que genera simpatía y complicidad.