Francisco Ayala cumple 102 años: «Procuro entender el mundo y adaptarme a él, pero sin plegarme»

El escritor Francisco Ayala es un caso asombroso de longevidad. Hoy cumple 102 años con su lucidez intacta, su buen humor y sus «ganas de vivir», sigue atento a cuanto pasa en el mundo y conserva ese espíritu libre que se ha ganado a pulso a lo largo de su vida. «He procurado vivir en el mundo y entenderlo y he tratado de adaptarme sin plegarme, y eso lo he hecho creo que con bastante buen resultado para mí», afirma. «No es que yo quiera hacer ninguna maravilla, sino aguantar y pasar adelante sin molestar demasiado a los demás», confiesa el escritor, que tiene intención de celebrar el día de su cumpleaños de la forma más discreta posible: comiendo con su mujer Carolyn «en alguna tasca modesta», porque ésa es para él «la celebración más grande». Pendiente siempre de la actualidad, Ayala siguió «con mucho interés» la campaña electoral y la jornada de elecciones del pasado domingo, aunque reconoce que «la que se ha metido a fondo es Carolyn», «porque ella es muy política, muy entusiasta». «Yo ya no me quemo en nada de eso y lo veo con cierta distancia», señala el autor de El jardín de las delicias , que se muestra prudente a la hora de enjuiciar los resultados electorales, «mermados por las limitaciones del sistema» que, a su juicio, debería fomentar las listas abiertas. Tras el tomo de los Estudios literarios , ahora ve la luz el dedicado a los escritos sociológicos de Ayala, quien subraya «la eficacia y rapidez» con que se están publicando las obras. «Yo no sé si están apurándose a ver si terminan de publicarlas antes de que yo termine...», dice el escritor con ese sentido del humor tan suyo, que le permite hacer constantes bromas sobre su edad. «Si uno se toma demasiado en serio a sí mismo, eso es malo, es ridículo», dice.