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| Reportaje | Superhéroe, supervillano |

La vida de Napoleón, en un cómic del siglo XIX

Con grabados históricos, sobre todo de Horacio Vernet, y textos de Matías Membiela, la editorial Camiño de Faro narra en viñetas la vida del emperador sin olvidarse del sitio de Astorga

Grabado-viñeta alusivo a la toma de La Coruña tras la huida de los franceses desde Astorga

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E. Gancedo - león
León

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Se deja leer como un cómic -y tiene forma de tal- pero su rigor histórico es preciso por un doble motivo: porque las ilustraciones son en realidad grabados históricos, sobre todo del francés Horacio Vernet (1850), y por los muy explicativos textos del editor e investigador Matías Membiela. Todo ello hace de Napoléon est mort. La campaña de su vida un libro extraordinario con el que la editorial gallega Camiño do Faro quiere recordar el bicentenario de la invasión napoleónica de España y su posterior Guerra de Independencia. Lo que consigue esta obra de gran formato, editada con gran lujo de materiales, es que el lector se componga una imagen exacta de lo que supuso para Europa las acciones capitaneadas por el célebre corso, y todo ello sin tener que enfrentarse a interminables párrafos ni al lenguaje siempre técnico o excesivamente frío de los libros de historia. Desde la editorial se precisa que Napoléon est mort es un «Cómic Mayor que recoge la vida de Bonaparte a lo largo de 430 viñetas; desde su nacimiento en la isla de Córcega hasta su fallecimiento en Santa Elena y el posterior traslado de sus restos a París», haciendo hincapié en que nunca antes, «nunca en la historia del cómic de colección, se había recreado con tanta parsimonia la vida de Napoléon I». Matías Membiela, escritor y editor, continúa subrayando que en esta obra, «introducida por un selecto acopio de firmas, se ha incluido una adenda final que recoge información sobre los personajes esenciales, a la par que la historia de las batallas más relevantes». La base de la grafía de este gran cómic procede de Horacio Vernet y de los afamados dibujantes y escultores Andrew Best, William J. Thomson, I. Chauchefoin, Lacoste, Rouget, Sears, Geifatte, Charlet o T. H. Guerin, entre otros. En cuanto a las introducciones, firmas como Agustín Guimerá, vicepresidente del Instituto de Historia del CSIC, o el crítico Dominique d'Lavalle vienen a prologar y contextualizar adecuadamente la extraordinaria historia de Napoléon, al lado de la cual palidece cualquier novela gráfica por imaginativa o grandilocuente que sea. Asimismo, no hay que olvidar que nuestra tierra, como no podía ser de otra manera, está presente en esta narración: «En el Norte, los ingleses huyen desde Astorga a Coruña al saber que Napoleón se aproxima. El general Moore muere y el mariscal Soult ocupa la ciudad gallega», reza una de las viñetas. En cuanto a la primera de todas, sobre un horizonte mediterráneo, se lee lo inevitable: « Le Destin . Génova vende la isla de Córcega a los franceses. Un niño nace en Ajaccio el 15 de agosto de 1769».

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