Hace 50 años, el director Otto Preminger resurgió con «Bonjour tristesse» y lanzó a Jean Seberg
Hace ahora 50 años Otto Preminger llevó al cine Bonjour tristesse , una novela con la que una jovencísima francesa había sorprendido a crítica y público y que supuso el regreso del director austríaco a la primera línea de la industria hollywoodiense y el lanzamiento de Jean Seberg. Si Françoise Sagan logró un fulminante éxito con sólo 18 años con la historia de un triángulo amoroso compuesto por un padre, su novia y su hija adolescente, Preminger (1906-1986) consiguió recuperarse de varios fracasos y hacer olvidar momentáneamente su primer y mejor filme, Laura . Con Bonjour tristesse , una película injustamente olvidada durante mucho tiempo, inició una segunda etapa de su carrera que incluyó Anatomía de un asesinato , Éxodo o Tempestad sobre Washington , que estuvo marcada por su interés en el Cinemascope, el nuevo y más ancho formato de proyección de películas, y por sus experimentos técnicos. Preminger jugó con el color y el blanco y negro para marcar el ritmo de la historia de Bonjour tristesse , narrada por Cecile (Jean Seberg), la joven adolescente que hace lo posible para estropear la relación de su adorado padre, Raymond (David Niven) con la elegante y fría Anne (Deborah Kerr). La película muestra el presente de Cecile, en blanco y negro, mientras que la parte principal, recordada por la joven a través de flashbacks y que se desarrolla en unos preciosos paisajes de la Costa azul francesa, está rodado en color con una rotunda y brillante fotografía de Georges Périnal. Pero a pesar de esos logros técnicos, la película resultó un éxito, especialmente en Europa, debido a su temática, lo mismo que había ocurrido con la novela de Sagan, a la que muchos críticos acusaron de falta de madurez pero que atrapó al público de todas edades.