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La iglesia del Buen Consejo acogió ayer el último adiós al periodista fallecido

Chencho se fue como siempre quiso vivir: rodeado de amigos

«La muerte nunca tendrá la última palabra» subrayó el sacerdote durante la homilía Opiniones: Cr

de los Padres Agustinos

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V. Pueyo - león
León

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Alrededor de la mesa del altar se reunieron los amigos. Y no eran pocos. Chencho, Juan Florencio Pérez García, se ha ido, pero se ha ido muy acompañado. Su familia se ensanchó ayer y dio cabida a esa suma de vivencias y de recuerdos que atesoran quienes se cruzaron de una u otra forma en su camino a lo largo de los años. La iglesia del Buen Consejo de los Padres Agustinos fue ayer un ancho puerto en el que recalaron gentes muy diversas, en particular muchos compañeros de profesión, tanto de los tiempos primeros y heroicos como de las nuevas hornadas que han ido conformando un paisaje profesional cada vez más rico y variopinto. Y junto a ellos, muchas caras conocidas de las instituciones, de la cultura y de la política leonesa que dejaron en casa la ideología para recordar a la persona y al periodista y acompañar a su familia. El oficiante hizo referencia al último artículo publicado por Chencho el pasado domingo en su Balcón del Pueblo -hoy huérfano de su firma- y que comenzaba subrayando la feliz coincidencia del Domingo de Resurrección con la llegada de la nieve y del agua tan esperadas. La nieve seguía ayer cayendo en la montaña como una premonición esperanzada: «La muerte nunca tendrá la última palabra» escribió en el aire el sacerdote en una rotunda profesión de fe cristiana. Al final, Isaac Galán, en nombre de su familia y de los amigos más cercanos con los que Chencho, -hombre generoso y vital-, compartió tantos buenos momentos, lanzó ese órdago emocionado que, con la fuerza del profundo afecto, quería imponerse a las dudas: «Volveremos a vernos, amigo». Y le agradeció también su insobornable espíritu de lucha «por tu tierra y por tu gente; tu generosidad, tus tiempos, tus palabras... y tanta vida».