Diario de León

Humorista

«En mi casa hasta las broncas son cachondas»

El cerebro pensante de «Muchachada Nui» asegura en esta conversación que el humor vive una época dorada en televisión

Joaquín Reyes caracterizado como el líder de The Cure

Joaquín Reyes caracterizado como el líder de The Cure

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Mateo Balín - madrid
León

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Tras Almodóvar e Iniesta los manchegos tienen un nuevo tótem: Joaquín Reyes (Albacete, 1974), el cerebro de ese humor absurdo que Internet ha elevado a categoría de culto. Director y guionista de Muchacha Nui , el programa que ha estrenado su segunda temporada en La 2 (miércoles, 23:15 horas), Reyes es un auténtico camaleón del disfraz que puede vestirse de Mick Jagger, Michael Jackson, Raffaella Carrá o Tim Burton sin quitarse el acento made in Albacete. -La segunda temporada suele ser de confirmación, como los toreros, ¿está preparado? -¡Cómo un león hambriento! Después de despejar dudas sobre si éramos capaces de hacer media hora semanal, ahora sólo nos queda desparramar. -¿Existe tanta sed de humor en España? -Vivimos una época dorada en televisión. Nuestra apuesta es un programa de 'sketchs' distinto, con cierto riesgo y muy apegado a la generación del Cola Cao. Se trata de hacer el producto que nos gustaría ver. -¿Cómo cocina sus personajes? -A fuego lento y madrugando, para que las ideas me pillen delante del ordenador. Eso de trasnochar es más mito que otra cosa. -¿Cuándo escribe piensa en la crítica o es todo más simple? -En el humor hay muchas formas de comunicarte y si lo entiendes, pues mejor. No voy a negar que no exista un mensaje crítico, que lo hay, pero lo más grave sería confundir a Lars Vors Trier con Indiana Jones. -Esa afición por Hollywood se nota en sus personajes. -Es que la industria americana da mucho juego. Además, en Muchachada Nui somos muy cinéfilos. -¿Qué es eso de humor inteligente? -Un tipo de comedia con un nombre un tanto abstracto. En mi caso, me hace gracia el humor escatológico. Me gustan las ventosidades, las bromas tontas y el humor físico. Pero si abusas la cosa te puede quedar un poco chosca. -¿Había mucho cachondeo en su casa? -¡Mucho, mucho! Procedo de una familia cómica. En mi casa comemos sin televisión y los fines de semana son un despiporre. Hasta las broncas son cachondas. -Dice un fan que no se puede ser tan ingenioso y tener la cara de mármol. -No sé si es un halago o una crítica, en cualquier caso gracias. -¿Cree que los humoristas forman parte de las modas? -Es cierto que hay algo de fenómeno. Lo difícil es hacer chistes y mantenerse. Yo no estoy a altura de Carlos Latre, por ejemplo, pero tengo mis propios ases. -¿Prefiere el humor disfrazado o a pelo? -Me gusta hacer reír a pecho descubierto, pero reconozco que disfrazarme me pirra. El proceso de caracterización es larguísimo y el resultado me deja patidifuso. -No será el típico jefe mandón, ¿verdad? -Para nada. Lo mío es dar cariño a raudales. Creo que el buen rollo es imprescindible. Si hay prisas se pierde el encanto. -¿Hay algún cómico en su vida? -Diría que Faemino y Cansado, pero mi sentido del ridículo me lo prohíbe.

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