El Ayuntamiento de Madrid rinde homenaje a Luis Mateo al jubilarse

Todos quieren comer con Luis Mateo Díez, que, en casos como el de ayer, es más de uno. Funcionario, novelista, leonés, bibliotecario, más leonés aún: de Villablino, académico, un poco madrileño y escritor, en definitiva. Y, ante todo, quórum en el Retiro: buena gente. Por todas esas razones, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quiso homenajear por todo lo alto a quien hasta hace poco prestó servicios en el Ayuntamiento de la capital como director del servicio de documentación jurídica. Se celebraba eso y la jubilación reciente de uno de sus más ilustres trabajadores. Los imponentes jardines de Cecilio Rodríguez, con sus pavos reales y todo, que por allí andaban, fueron testigos de una jornada amable en un mediodía soleado. Rogelio Blanco, director general del Libro y cepedano de Morriondo, fue de los destacados asistentes que quisieron valorar la trayectoria del autor de La fuente de la edad o, la más reciente, La gloria de los niños, aunque en este caso se tratara de celebrar su vertiente más cotidiana. Ana Luisa Durán, alcaldesa de Villablino, también asistió al encuentro y fue atendida por Ruiz-Gallardón, a tenor del carácter del acto y del homenajeado, como una alcaldesa circunstancial de Madrid. El alcalde verdadero sí aprovechó la cita para, además de elogiar la capacidad literaria y profesional de Luis Mateo Díez, recordar que en ninguna de las obras del escritor leonés figura la capital madrileña como escenario. Algo que el gran protagonista de la jornada achacó a que son los personajes los que suelen mandar en las tramas, aquellas con las que ha compuesto joyas literarias como La ruina del cielo o El paraíso de los mortales. Entre los leoneses asistentes se pudo ver al berciano, y compañero de filandón de Luis Mateo Díez, Antonio Pereira, así como a Cándido Alonso, presidente del Consejo Superior de la Casa de León. También procedente del mundo literario asistió el montañés Aurelio Loureiro, director de la revista Leer . El escritor santanderino Álvaro Pombo y las ediles del Ayuntamiento de Madrid Ana Botella y Alicia Alonso también estuvieron presentes en una comida en la que se homenajeó a quien es uno de los mejores autores leoneses y, sin duda, el mejor escritor del Ayuntamiento de Madrid. Allí, con el parque del Retiro por escenario, quedaron verdaderas señales de humos que deletreaban las palabras de la tarde: reconocimiento y amistad.