Luis de Sosa dice en sus escritos que estuvo 19 días defendiendo León, sin acostarse

Antonio Viñayo asegura que Luis de Sosa fue un «incomprendido». A pesar de su lealtad a la corona, a la que defendió frente a los franceses, Fernando VII le pagó los servicios prestados enviándole a la cárcel por liberal y constitucionalista. En algunas de sus cartas, Luis de Sosa habla abiertamente de sus angustias. Esta es la parte favorita de Antonio Viñayo. «Es un gran desconocido», asegura el abad emérito de San Isidoro. Durante la Guerra Napoleónica Luis de Sosa vivió una auténtica odisea. A Viñayo le emociona cómo describe esa época el coronel leonés, quien en 1809 llega a Puebla de Sanabria, junto a las tropas del Marqués de la Romana, que había conseguido traer a España 10.000 de los 14.000 soldados españoles «enviado» por Napoleón al Norte de Europa antes de decidir invadir España. Viñayo ha leído la correspondencia entre De Sosa y el Marqués de la Romana, a quien apreciaba mucho el coronel leonés. También, las cartas en las que habla de sus angustias y donde relata que «estuvo 19 días defendiendo León sin acostarse». Cuenta cómo le atacaban los franceses y que no tenía armas. «Llega a pedir a los leoneses que se armen de chuzos, cuchillos... y suplica municiones y fusiles». Viñayo sospecha que Luis de Sosa sufría algún tipo de enfermedad nerviosa, por los síntomas que describe el coronel en algunas cartas. El militar no llevaba un diario «al uso», aunque ha dejado escrito, por ejemplo, un viaje que realizó a Cestona para «tomar las aguas»; también describe los diagnósticos médicos, sin olvidarse de dar cuenta de los gastos del tratamiento...