Viñayo: «Se quejaba de los envidiosos y de los calumniadores»

En algunos de sus escritos Luis de Sosa se lamenta de «los envidiosos y de los calumniadores». Aunque no cita a otros enemigos que a los franceses, sí llama «émulos» a los leoneses que le difamaban. También critica a los asturianos, sobre todo al Marquesito , un guerrillero que le traicionó. Luis de Sosa pidió a este destacado adalid -muy querido en el vecino Principado- algún cañón para defender la ciudad de León de las tropas napoleónicas, pero no recibió ningún tipo de apoyo y, menos aún, armas. Pese a todo, una hora antes de que las tropas napoleónicas entraran en León, el coronel Luis de Sosa huyó hasta el pueblo de Rioseco de Tapia. Luego, conseguiría por dos veces tomar la ciudad. En el año 1820, el coronel Luis de Sosa escribe la obra Los patricios del Torío a las Cortes: siete problemas capitales de la Constitución. El libro, editado por la célebre Imprenta Miñón de la capital leonesa, hizo que cayera sobre él todo el peso de la justicia de entonces y sufrió varios años de cárcel.