Ya te vale

A GEMMA NIERGA le han puesto un programa en TVE-1 que se llama Ya te vale y se emite el viernes por la noche. Gemma Nierga, como nadie ignora, es una excelente periodista radiofónica, con un sentido innato del ritmo y una singular manera de hacer que su voz llegue siempre cálida al oyente. Esto no quiere decir que el programa de Nierga sea el mejor modo de acercarse a la realidad del mundo, sino, simplemente, que ella lo hace muy bien. En televisión, por el contrario, el rendimiento de la estrella radiofónica es mucho más limitado. No hablo de rendimiento en términos de audiencia, sino en términos de comunicación, es decir, en la capacidad de esa voz para hacer que el espectador mire y atienda. En este aspecto, el tirón televisivo de Gemma Nierga es prácticamente nulo. Habrá espectadores, por supuesto, que la consideren fascinante, pero esa no es ni mucho menos la opinión general. Puesta en televisión, Nierga es el típico comunicador que sólo convence a los previamente convencidos. Si a eso le añadimos, como es el caso, un programa sosito y pretencioso, el resultado se parece mucho a un plano vacío. Ya te vale es un programa importado: es la versión española de un formato británico que se llama What kids really think , o sea, qué piensan realmente los niños. Se supone que la gracia está en plantear a los niños cosas varias de la vida -desde la política hasta los deportes- y escuchar su opinión con oídos de adulto. Eso suele dar mucha risa. En televisión ha habido numerosos experimentos de este tipo y el resultado es a veces muy bueno, como demuestran los casos de Javier Sardá (hace muchos, muchos años) y Bertín Osborne. En Ya te vale no se repite el éxito, al menos bajo mi punto de vista. Creo que el planteamiento del programa está demasiado claramente orientado a conseguir que el niño diga la gracieta; como Gemma Nierga los mira con esa cara de pasión inquisitiva que suele componer -un rasgo típicamente profesional-, a veces uno teme que la comunicadora se líe a zapatillazos en el culo de los infantes que no estén a la altura de las expectativas. Por supuesto, no se trata de explotar a los niños como objeto de circo, nada de eso. Ya te vale dice en su web que el programa pretende «provocar una reflexión en la audiencia sobre el tema elegido». En consonancia, y para que reflexionemos mucho, esta semana despedía su edición con la muchachada bailando el chikichiki a coro con Rodolfo Chiquilicuatre, invitado especial de este programa (como de todos los demás de TVE). He de decir que Ya te vale consiguió su objetivo, al menos en mi caso: reflexioné mucho, muchísimo, sobre esa estampa borreguil de los niños bailando el chikichiki en la primera cadena de la televisión pública española.