Algunas son «una romería de turistas» y a otras no va nadie

Manifestó Julio Llamazares su simpatía por las ciudades «que tienen obispo pero no gobernador civil», «es decir, las que no son capitales de provincia, como Astorga, Vic, Solsona, Tudela, Coria o Burgo de Osma». Ciudades hoy pequeñas pero que en su día fueron importantes, con bellísimas catedrales a las que no va mucha gente «en comparación con otras, como la de Barcelona, que son una romería de turistas, allí ni se puede dar misa, ni ver la catedral, ni nada». Una lección, así pues, sobre la «decadencia de unas ciudades y el ascenso de otras». «Imaginaos lo que sería hace siglos cuando la gente venía de la Sobarriba o del Curueño y veía la catedral de León sobresalir sobre las casa, y entraban en ella con los cánticos, la luz, el incienso... quien no viera a Dios era porque tenía la cabeza muy dura».