Bañezano de Ibiza y Salamanca

Antonio Colinas (La Bañeza, 1946) es a través de los versos donde mejor expresa su personalidad. La biografía literaria del escritor ha estado profundamente marcada por la isla de Ibiza, donde ha vivido durante veintiún años, y por la ciudad de Salamanca, su lugar de residencia desde 1998. La primera estadía ha impregnado a su obra «de ese espíritu o mundo mediterráneo del que venimos» con la lírica grecolatina, la luz, el bosque, el mar y la fuente como principales «símbolos anónimos» que tienen «un peso y una presencia muy fuerte» en sus libros. De su tierra leonesa y de Salamanca Colinas se ha nutrido también de una «rica simbología» que siempre ha pretendido poner en comunicación con el espíritu mediterráneo, dentro de una variedad que en su opinión permite al lector aproximarse a sus libros desde distintos ángulos y con diversas interpretaciones. A punto de celebrar el cuadragésimo aniversario de su primer libro impreso, ha considerado que en su caso «merece la pena seguir escribiendo en la medida que es una forma de realización personal, una manera de conocerme mejor y también a los demás, pero nunca fuera de la vida, sino profundamente fundida con ella».