«No es lo mismo Shakespeare que un par de botas usadas»

-¿A qué se ha debido este largo silencio? -Yo he continuado escribiendo. La poesía es mi única posibilidad persuasiva y una presencia constante en mi vida. Ahora bien, creo que uno debe publicar lo menos posible, con lo que estos años han sido un periodo de discrección editorial. -¿No cree que las editoriales tienen hoy en día una extremada voracidad editorial? A veces parece que se publican pocas obras cpn calidad literaria. -Las editoriales publican en exceso mala poesía y no se editan las obras que, desde mi punto de vista, son las más dignas. No es lo mismo Shakespeare que un par de botas usadas. Sin embargo, hoy en día se hace un uso de la publicidad vergonzoso. -¿Qué le parecen las ferias de las vanidades del libro? -El mercado me importa poco. La poesía no tiene nada que ver con la sociología de lo público. Además, creo que la gente que lee poesía no acude a estas ferias donde se fomenta la competencia entre autores. Yo prefiero situarme en la extrema soledad de los poetas. -¿Qué opinión tiene de la narrativa que se hace hoy en día? -Leo poca narrativa por falta de tiempo, pero leo a todos los poetas contemporáneos con fervor. Entre los novelistas, me gusta Tomás Sánchez Santiago. En Calle Feria restituye el vértigo de la Zamora de su infancia. Esta escritura de la metamorfosis que ha creado hace que me sienta muy cercano a él. -Su obra plástica me recuerda mucho a los dibujos de Lorca. ¿Su poesía tiene algún vínculo con la obra lorquiana? -Yo con Lorca sólo comparto una admiración sin límites, pero mi proximidad a él, obviamente, es mínima.