«Conocer al toro es lo que permite disfrutar la fiesta»
-Haga una recomendación a los aficionados. -Cada uno tiene su sensibilidad, pero es fundamental aprender cada vez más del toro, no de los toreros. El torero puede gustar más o menos, pero en la fiesta lo fundamental es descubrir al toro. Es un animal que te niega las cosas o te las pide, y hay que estar pendiente de esos detalles, porque lidiar es atender a esas señales. Todo lo que suponga un mejor conocimiento del toro permite mejorar la visión del espectáculo. Y quien escucha a un buen conocedor del toro sabrá ver mejor el festejo. El misterio del toro es el que permite llegar a la magia de la fiesta, no es fácil, pero es lo que permite ver cosas interesantes hasta en tardes malas. Y los buenos toreros saben que es el toro el protagonista de este asunto. Es estúpida esa división entre toristas y toreristas: el que conoce al toro será el torerista más justo. -Este año van a retransmitir más ferias que nunca. ¿Cómo ha influido esto en la afición? -Hemos retransmitido 18 tardes en Sevilla, más de 30 en Madrid, ahora, del 5 al 14, vamos a Pamplona, después nueve tardes en Bilbao, donde debutamos; en julio y agosto las nocturnas de Madrid; en septiembre la de San Miguel de Sevilla y alguna suelta y en octubre la Feria de Otoño de Madrid y Zaragoza. En total 102 festejos, lo que supone más de 800 horas de televisión. No escatimamos esfuerzos. Empezamos a retransmitir la feria de San Isidro en 1992 con Canal + y mucho escepticismo por parte de los responsables de la cadena, que lo veían como algo antiguo. Hemos demostrado que es lo más moderno, con un ejemplo de periodismo y de medios moderno. Ya somos un referente. -Este año vuelve a León, con Antoñete, en las tertulias de Diario de León. ¿Cómo son los aficionados que acuden? -Hacemos también más de cien tertulias en todo el país. Ya no puedo más, pero me hacen muy feliz. Es donde tengo a la gente más cerca. En televisión les intuyo, en la radio les siento más cercanos y en la prensa espero que estén ahí. Pero en las tertulias les veo las caras, las sonrisas, veo cómo responden a cada cosa. Y eso me sirve para los otros medios, para saber cómo van a reaccionar cuando no les tengo delante. En León estoy especialmente a gusto.