David Krumholtz: «Era de los peores de la clase en matemáticas»

David Krumholtz es una de las estrellas de la televisión norteamericana por jugar con los números y averiguar así dónde, cómo y por qué actúa un asesino. Y es que dar vida a un portento de las matemáticas en Numb3rs, la serie dominical de Antena 3, ha puesto en otro nivel a este neoyorquino de 30 años que está en las antípodas de su personaje. «Yo no vivo por y para las matemáticas, aunque reconozco que les estoy cogiendo gusto. Es muy divertido ser un genio, un papel en el que nunca había pensado», reconoce. Krumholtz dice que siempre le estará «agradecido» a este título producido por los hermanos Ridley y Tony Scott, que en Estados Unidos ya va por la cuarta temporada. «Es el papel más importante que he hecho y el que más oportunidades me está dando. Me ha hecho subir muchos puntos, me conoce mucha gente y de distintos países y me han propuesto ser el protagonista de otro show», comenta el intérprete, que también ha participado en series como Ley y orden y Urgencias. En Numb3rs se mete en la piel de un fenómeno de las ciencias exactas, un profesor que ayuda a su hermano a resolver complicados casos criminales de Los Ángeles, algunos inspirados en hechos reales que el FBI resolvió con ayuda de las matemáticas. «Como hay tan pocos en el mundo, es muy divertido ponerte en la piel de un genio y tener siempre la solución. En mi caso es más divertido porque era bastante malo con las matemáticas, de los peores de la clase. Y ahora tengo la ocasión de educar a la gente a través de esta ficción», expone. «Siempre quieren pillarme» A Krumholtz le preguntan muy a menudo por datos, números, fórmulas, cuentas... «Siempre quieren pillarme, por eso procuro aprenderme bien la lección», dice el actor, a quien este trabajo también le ha dado a conocer los «muchísimos» chistes que hay sobre los matemáticos, colectivo que está entusiasmado con la serie. «Ellos nos ayudan mucho porque cada vez hay más estudiantes interesados en esta disciplina. En muchos colegios proyectan los capítulos para resolver problemas. Ese es el poder de la televisión. No había pensado que podía influir de manera tan positiva en la vida y el pensamiento de la gente», advierte. Lo cierto es que la comunidad matemática debe a Numb3rs que haya aumentado el interés por esta asignatura. «Los chavales se identifican con mi personaje y han hecho de las matemáticas su mundo. Han encontrado la espiritualidad de los números», dice Krumholtz, que no tiene dígito de la suerte, pero ante la insistencia contesta que el 4 es el que más le gusta, y el que menos el once.