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| Entrevista | Margarita Morais |

«Sin maestros de la talla de Aprea y Horacio no habría curso de Eutherpe»

Margarita Morais, presidenta de la Fundación Eutherpe y creadora de las clases magistrales

Publicado por
Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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Y van cinco. Un lustro desde aquel verano del 2003 en que Bruno Aprea y Margarita Morais echaban a andar un proyecto señero que ha cuajado como uno de los más importantes del mundo en su especialidad: el Curso de Piano y Dirección de Orquesta, que reúne en León, durante siete días, a 17 pianistas y directores, además de una orquesta de 120 músicos para seguir las clases magistrales de dos maestros del nombre y el prestigio de Bruno Aprea y Horacio Gutiérrez. Diez años al frente de Eutherpe y más de 25 organizando conciertos en la Fundación que lleva ese nombre, otorgan a Margarita Morais el título de benefactora de la música en León, algo que a ella, mujer humilde y callada, no le gusta mencionar porque como siempre dice «lo importante es que los jóvenes aprendan y nada mejor que darles oportunidades y si para ello hay que sacrificarlo todo, pues se hace». -¿Cómo ha visto esta quinta edición del curso? -Primero decir que son los maestros del Curso quienes hacen que todo funcione con esta categoría artística excepcional y de forma tan maravillosa a nivel humano. El trabajo que hacen durante siete días es ejemplar. Recuerdo que el maestro Aprea en el 2003 me dijo que deseaba hacer algo más por los jóvenes directores y pianistas y pensaba que si lo llevaba a cabo con la Fundación Eutherpe, sería una cosa buena. Me regaló la idea de estas clases magistrales para pianistas y directores de orquesta. Presenté el proyecto al patronato y a Joaquín Achúcarro y comenzamos a preparar las clases. Durante cuatro años el maestro Achúcarro ha sido un estupendo aliado, magnífico pianista, profesor generoso y buen amigo de los dos. -¿Qué destacaría de esta quinta edición? -La Orquesta Joven de Andalucía, que ha venido preparada al máximo. Son 120 jóvenes que han entendido perfectamente su papel en estas clases. Los jóvenes instrumentistas de la orquesta están identificados totalmente con el curso. Reciben gustosos el conocimiento de los maestros y ayudan de forma incondicional a los solistas, pianistas y directores. Todos estamos muy contentos de su nivel de preparación, su sentimiento musical, respeto, seriedad y disciplina. Se ve que es una formación orquestal con experiencia muy rigurosa y con mucho alma. A su director Michael Thomas y al equipo de responsables, les hemos felicitado muchas veces. El primer día de clase me impresionó cuando Thomas se acerco al maestro Aprea y le dijo: «En sus manos le dejo la orquesta. Enséñela cuanto pueda. Están dispuestos». -Este año se ha incorporado el maestro Horacio, ¿cómo ha repercutido en los alumnos? -Estamos muy agradecidos, porque sabemos que ha hecho un enorme esfuerzo por venir desde Nueva York en un momento personal de muchísimo trabajo y ha puesto en este curso mucha ilusión con una generosidad y elegancia que emociona. Los alumnos están impresionados de su talento musical y de su entrega. La pianista Sofya Melikyan, oyéndole tocar durante las clases decía: «Es casi Dios». No descubro nada si digo que es tan extraordinario que consigue hacer que el sonido del piano tenga colores casi infinitos. El viernes trabajó de 10 de la mañana a 10 de la noche, comiendo un sandwich mientras seguía dando más clase a unos y otros. -¿Hay un número limitado de plazas para cada año en las especialidades de piano y dirección? -Sí, cada año hay numerosos candidatos que desean participar en las clases, pero al final quedan siempre de 7 a 9 pianistas, para ser activos. También pasa lo mismo con los directores de orquesta. -¿Cree que las instituciones y todos los que apoyan estos cursos son conscientes de lo que significa para la música en León? -Creo que son muy conscientes de que León es un punto de referencia importante en la música pianística. Este año hemos recibido ayudas de la Junta de Castilla y León, del Ayuntamiento de León, de la Diputación, de la Junta de Andalucía, de Caixa Galicia, del Ministerio de Cultura, de Caja España, de la Hullera Vasco-Leonesa -que ha dado dos becas para pianistas y dos para directores- y de Audilex -otra beca a un tercer director-; y hay otros amigos que colaboran y están siempre muy cerca.