Todo por un sueño

Poca gente de la que se acerca diariamente por los Cursos de Eutherpe sale indiferente de lo que allí ve y escucha. Y muchos menos los que no entienden que los resultados tan maravillosos sólo son producto de un agotador esfuerzo, de unas condiciones innatas para la música, de unos docentes soberbios y de un amor sin límite por lo que hacen. Por desgracia, la mayoría piensa que todo esto sólo se consigue con el dinero que en ellos se invierte, cuando la realidad pura y llana es que con poca inversión se obtienen resultados portentosos, siempre y cuando se haga con las cuentas claras y no con ánimo de lucro. Si algo debemos destacar en este magno proyecto del Curso de Piano y Dirección de Eutherpe es el acercamiento hasta nuestra ciudad de los mejores docentes que existen en el mundo en sus respectivas especialidades para que un grupo de jóvenes llegados de todas las partes del planeta den lo mejor de si mismos hasta hacer participe al propio espectador de lo que significa la música «en estado puro». Tal vez porque todavía en ellos no ha germinado ni la arrogancia del divo, ni la huella del fracaso. Su fuerza es la del entusiasmo, la entrega y la necesidad de aprender de sus maestros. Maestros que por su parte son a la vez crisol de sabiduría, esa que sólo se alcanza tras unir a la experiencia profesional la personal para asumir, con la misma ecuanimidad, tanto la fama como el fracaso. No es de extrañar que todos ellos coincidan en destacar la calidad humana de sus maestros por encima incluso de su profesionalidad. Que León sea el punto de encuentro de todos estos valores, es algo que nos debe llenar de orgullo, sobre todo en tiempos en los que es tan difícil encontrarlos sin que todo vaya supeditado a la necesidad de obtener un beneficio lucrativo, rápido y espectacular. De ahí que desde esta tribuna sigamos animando a patrocinadores e incluso al ciudadano de a pie para que no tengan miedo a invertir en lo que es el futuro de nuestros jóvenes. Pero también a convencer a los de nuestra ciudad y comunidad para que dejen de lado sus prejuicios y participen en estos encuentros, que en definitiva, para ellos, más que para nadie, han sido creados. A las instituciones para que entiendan que todo dinero invertido en este tipo de iniciativas es una apuesta segura por al futuro de la comunidad, sino queremos vernos definitivamente en el furgón de cola de un tren que hace tiempo que ha partido. León no sólo se vende en Fitur A los músicos, alumnos y profesores de la ciudad para que prediquen con el ejemplo, y por último a los políticos que, en definitiva, son quienes hacen posible que esto se lleve a cabo, para que no tengan miedo a acercararse alguna vez por el Auditorio a escucharlos y ver cómo y donde invierten sus dineros, porque verdaderamente es vergonzoso que casi ningún responsable de las áreas de cultura del Ayuntamiento, Diputación, Junta..., haya tenido tiempo de asomarse por el Palacio de la Música para apoyarlos, recibirles en sus respectivas instituciones y mostrarles lo que cualquier político con inteligencia y visión de futuro haría, su interés por la cultura para que cuando regresen a sus respectivos países no nos tachen de analfabetos y de indolentes. Porque León no sólo se vende en Fitur, se vende también en el día a día, con quienes nos visitan, nos regalan sus conocimientos y nos hacen un poco más universales.