Dramaturgo
«Ahora el teatro está pasando por un sarampión, aunque curable»
El reputado director reconoce que la crisis está afectando al sector y asegura que «los musicales son una vulgarización placentera de cualquier argumento»
Lluís Pasqual (Reus, 1951) pertenece a ese grupo de artistas incansables que siempre tienen proyectos en el bolsillo. A sus 57 años, el director escénico catalán ha dirigido tanto la Bienal de Venecia como el Odeón de París, con medalla de la legión francesa incluida. Entiende tanto de ópera como de teatro y ha llevado al escenario obras de personajes tan relevantes como Shakespeare o García Lorca. Pasqual habla de la situación económica de España y su posible efecto en el teatro. Ahora prepara Edipo en el Teatro de Palladio de Vicenza y después Las Bodas de Fígaro en el Liceo de Barcelona. - ¿Cómo surgió su pasión por las artes escénicas? - Pues como surgen todas las pasiones, sin proponérselo. Tenía doce años y pasaba las vacaciones en casa de una tía que me obligaba a echarme la siesta. A mí no me gustaba y descubrí un disco de Maria Callas. Era la primera vez que escuchaba algo como aquello y me enganchó. A partir de ahí ya me gustó irracionalmente para siempre. -¿Está todo inventado en la ópera? -No. Creo que los tiempos cambian y que cada generación la explica a su manera. Es decir, no tiene nada que ver lo que puede pretender uno con lo que ha podido pretender el compositor. Cada uno lo interpreta como quiere. -La ocupación del teatro sólo llegó al 40% en 2007 y el 70% se lo comió los musicales. ¿Preocupado? -Se trata de una cuestión de dinero, ya que hay gente que acudiría al teatro si costara menos. Luego, el fenómeno musical es, en realidad, una vulgarización placentera de cualquier argumento, ya que el espectador sigue la música y no tiene que pensar en nada. No obstante, te diría que estamos pasando un sarampión, aunque curable. -¿La crisis económica también llega al teatro? -Seguramente, pero eso pasa porque no tenemos una educación teatral. Fíjate, Buenos Aires lleva años con la crisis a cuestas y la asistencia al teatro ha subido. Quizá la gente necesita encontrar un alivio a sus problemas y por eso van a vernos. - ¿Cómo se percibe la escena española desde fuera? -Esa es la pregunta del millón. Creo que no es tan distinta. Hacemos cosas estupendas pero a veces son de usar y tirar. Preocupa más los envoltorios que lo que hay dentro. Nos encontramos en un momento en que está todo muy bien cosido, los espectáculos bien presentados, los micrófonos no fallan, pero como siempre si hay alguien que cuenta algo interesante pilla, si no, no. -¿Qué público considera el más exigente? -El centroeuropeo, pero porque en pocos kilómetros cuadrados nacieron todos: Bach, Schubert, Mozart...Hay mucha cultura escénica. 1397058884 ¿Por qué prefiere trabajar en teatros de ciudades pequeñas? -Porque las grandes ciudades tienen, en primer lugar, una competitividad comercial que llega a convertirse en una obsesión. Eso ejerce una presión a las compañías sobre los artistas que no es buena. Los lugares más pequeños están deseosos y hambrientos de novedades. -El Teatro Libre cerrará la temporada con menos ingresos, ¿por qué? -Lo dijo Bergman: «yo quisiera recordar que el cine algunas veces puede ser arte» Bueno, pues lo mismo a veces le pasa al teatro. Una cosa es el arte y otra el mercado. Han aparecido palabras tan curiosas como «industrias culturales» que no sé lo quiere decir. Se ha convertido todo en producto. Y el teatro se ha confundido, aunque ya pasará... -¿Qué obra le ha supuesto un mayor reto? -El público , de García Lorca. Me dejó hecho polvo cuando terminé de hacerla. -¿Y la que no se atrevería a coger? -Carmen , sin ninguna duda, porque es una obra con argumento español y música francesa. 1397058884 ¿Qué le diría a las jóvenes promesas? -Su porvenir depende de lo que luchen. Nosotros teníamos que inventárnoslo todo en el año 1975.