París y Uriarte irrumpen en el Musac
Los dos jóvenes «dialogan» en el Laboratorio 987, tras ganar las becas de creación artística Muy útil: Agenda | Exposici
El dibujo aleatorio del trabajador en la oficina o la secuencia de un ejecutivo mascando chicle. Esos serán algunos de los protagonistas de la nueva exposición que acoge el Laboratorio 987 del Musac. Ignacio Uriarte y Nicolás París presentan hoy Tan sencillo como una línea y un círculo , la nueva muestra que ocupará la sala de proyectos específicos hasta el 7 de septiembre. Con esta obra, los artistas se enfrentan a un juego entre el papel y la animación en un recorrido por obras sencillas, que en ocasiones trascenderán su función de objeto e invitarán al espectador a participar. La obra de Ignacio Uriarte, antiguo trabajador administrativo en una empresa alemana, recuerda las horas muertas de oficina y las actividades rutinarias, en un conjunto simple y cuya característica principal es la limitación cromática. «Son los gestos artísticos mínimos, rastros, dibujos no intencionados. El trabajo en la oficina acabo por inspirarme, siempre es mejor hablar de lo que te toca cerca, lo que mejor se conoce», asegura el autor. La composición casi escultórica de un conjunto inmenso de imágenes, hechas una por una con bolígrafos de siete grosores distintos, envuelve al espectador en un enorme círculo cromático. «Estos cuadros son una mezcla entre el impulso libre y las figuras preconcebidas», explica Uriarte. Un conjunto de diapositivas -manchas de tinta que hacen pensar en la pintura expresionista- y un vídeo pretenden aportar una pizca de dinamismo a la tranquilidad de la sala. «Con el vídeo quería recrear la rebeldía del trabajador enfadado de cómo arroja el bolígrafo a la mesa, que quedará dando vueltas, giros, dibujando líneas al aire» explica el autor. Animaciones de dos tiempos Su compañero de batalla, el colombiano Nicolás París, llega al Laboratorio 987 con una propuesta sencilla aunque de una precisión intacta. Doblefaz , nombre que el artista ha dado a su proyecto, está a medio camino entre la observación y el uso. El público podrá tocar y jugar con las obras, folios pintados por ambos lados, que crean una animación a dos tiempos. La conjunción de todos los dibujos de esta serie está en su recién editado libro, en el que el impecable acabado es casi tan reseñable como el contenido. «Para mí era importante que todo estuviese cuidado, la textura de los folios, la portada y sobre todo que cada doblez coincidiese exactamente con su anterior dibujo, fue un trabajo de manufactura que nos llevo varias semanas, aunque el resultado ha merecido la pena» explica el autor. Pero su obra, no está sólo compuesta por estos dibujos de dos caras, también habrá varias hojas A4 con distintas retículas, y una pila de papel impreso con la palabra «hueco» -con la o troquelada- que el público podrá tocar e incluso llevarse a casa. París, que volverá a Colombia para continuar con su labor como educador en proyectos de aprendizaje, también ha tenido tiempo para incluir en su proyecto a los más pequeños. Durante la semana pasada, dos grupos de niños de seis a nueve y de diez a doce años, han compartido con el artista un taller que culminó con las exposición de sus obras el pasado 18 de julio. La relación de estos dos jóvenes artistas con el Musac no es casual. Tanto Ignacio Uriarte como Nicolás París ganaron -el primero en 2005/2006 y el segundo en 2006/2007-, la beca de creación artística que el museo pone a disposición de los nuevos creadores. Sus obras fueron elegidas entre miles de propuestas y luego llevadas del papel a la realidad con la subvención que el museo da al ganador, quien una vez ha sido elegido, tiene total libertad para ¡realizar su plan. Este diálogo sobre líneas y círculos estará disponible hasta el siete de septiembre en una sala que respirará la sutileza conceptual y la búsqueda del arte en la rutina de las pequeñas cosas.