«Vender la cultura propia por un plato de lentejas es muy triste»
También influye en esta polémica el amplio desconocimiento popular de lo que fue, y es, el leonés, así como la situación socio-económica de León. -Teniendo en cuenta las dificultades económicas, poblacionales y culturales de la mayoría de pueblos leoneses, no extraña esta pretensión de agarrarse a lo que sea (como la petición de formar parte del Camino de la Lengua Castellana) para desarrollarse un poco, ¿no cree? -Es comprensible que un ayuntamiento intente buscar recursos como pueda. Pero querer ser la «cuna del castellano», además de una barbaridad histórica, es en mi opinión vender la cultura propia por un plato de lentejas. Es pintar de lo que no son la historia y la cultura propias para sacar dinero. Siendo benevolentes, revela poco conocimiento de causa; si fuéramos malpensados, parecería poco amor a los colores. -¿Ve viable un «Camín de la Llingua» que vaya, como dejó escrito el Padre Galo, de L.lubarca (Asturias) a Miranda de Douro (Portugal) pasando por León? -Debo decirle que soy muy escéptico en relación a las bondades de ese artefacto ideológico-turístico llamado «Camino de la Lengua Castellana». No me gusta el «Camino de la Lengua Castellana» ni creo que me gustara una figura semejante aplicada a la lengua asturleonesa. Otra cosa sería que los principios y el enfoque de ese itinerario fueran diferentes. En cualquier caso, la unidad lingüística de las hablas que van de la costa asturiana a la ribera mirandesa del Duero está fuera de toda duda desde que Menéndez Pidal la puso de manifiesto en el año 1906, y en ese sentido la unidad lingüística existente permitiría diferentes tipos de actividades culturales supracomunitarias y supraestatales. Ciertamente, esa es una vía muy interesante que aún se encuentra sin explorar.