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Los autores de «Los señoríos en la Montaña Oriental de León» son Ramón Gutiérrez y Siro Sanz

Gerardo Naranjo cuestiona la rebeldía en la Mostra con «Voy a explotar» Liam Gallagher, líder de Oasis, odia la canción «Wonderwall» «Las juntas vecinales han llegado al siglo XXI como naves desarboladas»

Un libro recoge la resistencia de los concejos montañeses frente a la rapiña de los grandes señoríos

Publicado por
E. Gancedo Mateo Sancho Cardiel - león venecia otr | londres
León

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El concejo contra el señorío. La junta de vecinos, el órgano de gobierno de la aldea leonesa desde tiempo inmemorial; contra los grandes terratenientes, contra magnates, altos señores, condes, marqueses y obispos ávidos por ampliar sus tierras, sus diezmos, sus riquezas, su poder. Una lucha desigual que continúa hasta nuestros días. De la misma manera que antaño, los poderosos de hoy intentan destruir las libertades y usos antiguos de los pueblos leoneses: nadie olvida el intento, por parte de la Junta autonómica, de eliminar por decreto esta forma de gobierno comunal que se da en todas las comarcas leonesas. Como es obvio, la tremenda oposición popular que se alzó entonces contra tal pretensión del gobierno de Valladolid le hizo desistir completamente del empeño. Ahora se publica un nuevo libro en el que el protagonismo recae precisamente sobre esta resistencia de siglos. Se trata de Los señoríos en la Montaña Oriental de León. Los procesos de Mental, Tejerina y Riaño , firmado por los investigadores e historiadores Siro Sanz y Ramón Gutiérrez Álvarez. Algunas citas entresacadas de este interesante y bien documentado libro son lo suficientemente explicativas: «Nuestros antiguos concejos, que resistieron la fuerza que los señores jurisdiccionales quisieron hacer contra ellos, han llegado hasta el siglo XXI como la nave desarbolada después de la tormenta. Olvidados ya los esfuerzos de nuestros antepasados para defender lo suyo, otros señores se nos imponen hoy día. Instituciones ajenas a nosotros cometen desafueros que en tiempos pasados hubieran sido combatidos hasta el final». La razón que asiste a esta afirmación es bien palpable, y la suscribiría todo aquel que conozca bien no sólo la montaña sino todo el territorio leonés. Todo por el «bien común» Ramón Gutiérrez Álvarez y Siro Sanz García aseguran también en él que las Juntas Vecinales, que son la «última expresión del pasado glorioso del concejo montañés», «sufren ahora la fuerza de otros señores feudales, solapados en la ignorancia de los que gobiernan en instituciones que se ocupan de nuestros montes, fuentes y ríos, y que justifican todo tipo de desmanes por el bien común de sus bolsillos...». Asimismo, mantienen que «el leonesismo de esta comarca, es decir, su pertenencia real y espiritual al Reino y a la Diócesis de León, es de todos los tiempos. Los valles altos del Cea, Esla y Porma son los que más han contribuido, con su fidelidad ininterrumpida, a la conservación de ambas entidades. Sus habitantes tuvieron que afrontar fuertes acometidas, especialmente el afán expansionista de Castilla y las intromisiones de Asturias». El resumen que hacen de toda la obra es, asimismo, significativo: «Dramático mosaico montañés el presentado por los procesos de Mental, Tejerina y Riaño, que aunque contemporáneos y con la codicia como argumento de fondo, tuvieron un desenlace y unas consecuencias muy diferentes: El de Tejerina supuso el triunfo de campesinos y pastores sobre la violencia y la justicia torticera que la orgullosa Casa de Prado les quería imponer. Los vecinos de Mental, dispersados por la fuerza, no pudieron hacer frente común y resultaron perdedores. Y el de Riaño, en fin, es la consecuencia de la avaricia irresistible de un sector de la Iglesia en aquella época». La dedicatoria de esta obra, que incluye además curiosas imágenes y mapas antiguos de la comarca, no podía ser otra: «A nuestros antepasados montañeses que, con distinto resultado, se defendieron de las asechanzas y la codicia de señores de horca y cuchillo». La Mostra de Venecia oyó por primera vez en esta edición el español durante toda una película gracias a Gerardo Naranjo que, con su película Voy a explotar , analiza «qué es en esta modernidad ser rebelde». El realizador presentó ayer su tercer largometraje en la sección Orizzonti del festival italiano y habló con un reducido grupo de medios sobre la crisis que viven hoy en día, especialmente en México, los símbolos que siempre han pertenecido a la contracultura. «Rebelde es ahora mismo en el nombre de un grupo de descerebrados -en referencia a RBD- y Britney Spears se hace tatuajes», asegura, y, por ello, en su nueva película, centrada en la fuga de dos adolescentes, quiere responder a una complicada pregunta: «¿Hay alguna razón por la que pelear?». La idea germinal de la película nació hace siete años, pero desde entonces, y tirando de influencias que van desde Leos Carax a Pierrot le fou , de Jean-Luc Godard, Naranjo ha ido puliendo un filme que deja también en manos de Juan Pablo de Santiago y María Deschamps, dos jóvenes intérpretes. Con el nuevo álbum de Oasis a punto de ver la luz, uno de sus líderes, Liam Gallagher ha defendido que su grupo no quiere vivir de las rentas. Hasta tal punto es así, que reconoce odiar una de sus canciones más conocidas, Wonderwall , que es también uno de los estribillos más tarareados de la historia de la música. El 29 de septiembre se lanzará el nuevo single de Oasis, The Shock of The Ligthning, anticipo de un disco, Dig Out Your Soul, que saldrá a la venta el próximo 6 de octubre. Preguntado por este nuevo proyecto, Liam Gallagher lo definió como «un álbum oscuro con algunas letras oscuras», pero «al menos no está Wonderwall en él». «¡No soporto esta maldita canción! Cada vez que la canto me dan arcadas, y el problema es que fue una gran canción para nosotros», añadió. «Nuestros antiguos concejos, que resistieron la fuerza que los señores jurisdiccionales quisieron hacer contra ellos, han llegado al siglo XXI como la nave desarbolada después de la tormenta. Olvidados ya los esfuerzos de nuestros antepasados para defender lo suyo, otros señores se nos imponen hoy día. Instituciones ajenas a nosotros cometen desafueros que en tiempos pasados hubieran sido combatidos hasta el final» «LOS SEÑORÍOS DE LA MONTAÑA ORIENTAL»