Buen amigo de personajes como Tristan Tzara, Céline o Jean Arp
La faceta intelectual y artística de Sanz es quizá menos conocida: en los años cuarenta y cincuenta se relacionó con intelectuales de primera fila residentes en Francia, tales como Marcel Duchamp, Tristan Tzara, Louis-Ferdinand Céline, el pintor Gen-Paul o Jean Arp, a muchos de los cuales fotografió. No se conocen la mayoría de estas imágenes, como tampoco la hachita neolítica procedente de Grulleros que publicara José María Luengo. Su obra como pintor, arte que también cultivó, es hoy desconocida, y su archivo personal de investigador está perdido. Sólo se conserva una «papeleta» de toma de datos sobre orfebrería renacentista leonesa en la Biblioteca Berrueta. Tampoco conocemos su archivo político: fue republicano y probablemente perteneció a la resistencia francesa durante los años cuarenta.